lunes, 4 de febrero de 2013




COFRADÍA DE LA SANTA INSPIRACIÓN (EXPIRACIÓN) DE JESUCRISTO Y SAN NICOLÁS DE TOLENTINO


ANTONIO PADIAL BAILÓN


Estamos ante otra de las antiguas hermandades penitenciales desaparecidas de la ciudad de Granada, fundada y con sede, como la mayor parte de ellas, en un convento de frailes. En este caso en la iglesia del convento de Agustinos Calzados.               
Estos, según Bermúdez de Pedraza, se establecieron en Granada en 1513, aunque lo hicieron en principio en unas casas de la Alcazaba del Albaicín. Después,  cuando la ocasión les fue propicia, se trasladaron al centro de Granada, al lugar que hoy ocupa el Mercado de San Agustín y sus aledaños, donde parece que ya estaban hacia 1522.


Pascual Madoz, sin embargo, atrasa a 1525 la construcción del convento, siendo prior el Padre Hernán Pérez. Por esas fechas iniciales de los años veinte de ese siglo, los frailes encargaron para el convento la imagen de portentoso Crucificado de San Agustín, Sagrado Protector de Granada, atribuido a Jacopo Torni (Florentino el Indaco), sin que debamos perder de vista, como posible candidato de la misma, a Jerónimo Quijano, que también trabajó en Granada por esas fechas y cuyo estilo, si observamos al Crucificado del Corpus de la iglesia de la Magdalena de Jaén, presenta bastante relación. El Cristo de San Agustín se realizó estando los frailes en el convento albaicinero.
Las obras del nuevo convento, en la ciudad baja, comenzaron en 1553, después de haber comprado los agustinos unas casas cerca de la Cárcel Baja y de la Alhóndiga de los Genoveses y, allí, alzaron el convento y una iglesia de alta torre con chapitel.
Los frailes se trasladaron al nuevo convento en 1559, siendo prior fray Rodrigo de Solís, pero no se completó la construcción de estas edificaciones hasta 1593. El convento formaba un conjunto impresionante de edificios construidos sobre casas moriscas y baños árabes. Todo tristemente desaparecido y cuyos restos se han puesto al descubierto hace algunos años al construir el aparcamiento de San Agustín. 




Iglesia del Convento en la Plataforma de Ambrosio de Vico



Es probable, que la Hermandad de la Inspiración de Jesucristo surgiera de devotos del santo agustino de Tolentino, añadiendo a sus actos de culto la práctica de la penitencia mediante flagelación o que la hermandad uniera a su título, el de San Nicolás de Tolentino, santo predilecto de la Orden, junto con San Agustín, su patrón, y Santa Rita.
Esta última tesis puede ser la más probable; es decir, el que la hermandad de penitencia uniera a su título el de Santo Nicolás de Tollentino hacia 1588, pues en ese año el Papa Sixto V instituye la fiesta del Santo el 10 de septiembre, que desde entonces se viene celebrando por la Iglesia.
La hermandad daba culto al momento pasionista en el que Jesucristo exhala el último suspiro que precede a la muerte. Es de destacar, que la hermandad de Granada de la Santa Inspiración o Expiración aparece junto con la sevillana hermandad del Museo del Cristo de la Expiración y Ntra. Sra. de las Aguas, como las hermandades de penitencia más antiguas de las de esta advocación dentro de Andalucía, ya que se fundaría la hermandad granadina hacia 1576-1578, casi simultáneamente con la sevillana, que lo hace en 1575 fundada por plateros. La Hermandad del Cristo de la Expiración de Triana, la del “Cachorro”, se fundará más de un siglo después, en 1689. Después vendrán las de Baeza y Úbeda en 1603 y 1604, la de Córdoba en el siglo XVII, la de Málaga en 1700, y las de las restantes ciudades y pueblos de Andalucía se fundarán a lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX.





Solar del convento de San Agustín, una vez demolido

En Granada y su provincia, va a ser una advocación muy extendida. En la capital, la tendremos con sendas hermandades en la iglesia de la Magdalena, en la de San Ildefonso, con vía sacra, en la de San Gil con hermandad semipenitencial de flagelantes, otra de Vía Sacra en San Bartolomé de igual advocación y alguna que otra más.
      Dibujo de Velázquez de la Catedral con la torre e Iglesia de San Agustín a la derecha. Biblioteca Nacional 


También la Hermandad de la Inspiración daba culto a la Virgen bajo el título de Nuestra Señora de la Paz; una advocación de gloria, que como era común en algunas hermandades de penitencia, la sobrevestirían para la estación del Viernes Santo con manto negro y tocas blancas en señal de luto. Henríquez de Jorquera al describir la iglesia agustina nos dice que “…en la capilla de la hermandad de penitencia se venera el Santo Cristo de la Expiración y “una soberana imagen de nuestra Señora de la Paz”.
Esta cofradía de la Inspiración es una de las cofradías de penitencia antiguas de las que menos noticias se tienen, aunque se sabe que poseía capilla propia en la iglesia agustina. No era una de las cofradías llamadas “ricas”, sino más bien humilde y de pocos hermanos, si bien, el cronista Henríquez de Jorquera la denomina como “gran cofradía de penitencia”, sin que sepamos los motivos por los que le asigna tal adjetivo. Sin embargo, contaba con algún personaje de importancia en la sociedad granadina de la época como Urbán Pérez, mayordomo en el año 1597, que era Notario público de la Audiencia.
Hacía su estación de penitencia el Viernes Santo por la tarde, saliendo de su templo a la temprana hora de las dos. Era la más moderna de ese día, ya que procesionaba dicha tarde la hermandad de la Soledad (fundada en 1561), con la que tuvo ciertos conflictos. Pero en el año 1616 se funda una tercera cofradía para procesionar el Viernes Santo: la del Santo Entierro de Cristo y Nuestra Señora de las Tres Necesidades. Ese año, el Provisor de la diócesis Pedro de Molina ordena que salga la Soledad a su hora acostumbrada y después la de las Tres Necesidades. Sin embargo, este orden se alteraría pronto, pues Henríquez de Jorquera nos dice que “... la devota cofradía de penitencia de la soledad y entierro de Jesucristo que sale el Viernes Santo, la ultima de todas, después del entierro que sale de Santiago (Tres Necesidades), cuyos dos entierros andan en competencia…”. No se dice nada por ambos de la Hermandad de la Inspiración, lo que, a mi juicio, pone de manifiesto que esta cofradía habría dejado en esos años de hacer su estación de penitencia, sin que ello signifique que la hermandad hubiera desaparecido.

A partir de 1597 sobrevienen años de dificultades para las cofradías, debido a las Reducciones a que se ven sometidas la mayoría de ellas. Ese mismo año, se ordena una reducción dictada por el Arzobispo D. Pedro de Castro y Quiñones. Suspensión que tuvo que afectar gravemente a la cofradía, pues no se tienen más noticias de ella a partir de esa Reducción. Sin embargo, no desapareció, pues, de hecho el mismo cronista nos dice hacia 1644, años en los que escribe la crónica, dice que “oy no sale por averse reformado algunas”, por lo que creemos probable que la hermandad estuviera viva aun a mediados del XVII, aunque dedicada a cultos internos, sin salidas procesionales.

Es muy probable, que pasada la reducción y permitidas de nuevo las cofradías, esta de la Inspiración, que no aparece entre las autorizadas nuevamente, ni siquiera solicitara procesionar como hicieron las demás penitenciales . Seguramente, estas dificultades la llevaron a convertirse en hermandad cultual o devocional pasionista.
Otra prohibición se cernió sobre muchas cofradías de penitencia en 1631, en tiempos de arzobispo don Miguel Santos de San Pedro, que fue superada en 1633.
Las imágenes
Como la mayor parte de las cofradías granadinas de la época daría culto y procesionaría en su estación de penitencia varias imágenes, siendo la titular la que representaba el paso que daba el título a la hermandad, es decir, un Crucificado de la Inspiración o Expiración, puede que también un Cristo amarrado a la columna que existió en la iglesia agustina.
Dicho Crucificado de la Expiración, hoy en la iglesia de Santiago, es imagen del siglo XVI, del tiempo de la fundación de la cofradía, hacia 1575. Tradicionalmente se ha atribuido a Pablo de Rojas, aunque, a mi juicio, no reúne muchas de la características de este autor y, en todo caso, Rojas empieza a desarrollar su labor, principalmente, en los años ochenta, continuándola en los noventa del XVI y primeros años del XVII.

Por la fecha de la fundación de la hermandad, varios discípulos de Siloé trabajaban en Granada, como Baltasar de Arce y los hermanos Aranda o el propio maestro de Pablo de Rojas, Rodrigo Moreno, autor escasamente estudiado. Por ello, creo que es excesiva la atribución de imágenes a Pablo de Rojas, especialmente de Crucificados, que bien pueden pertenecer a un momento anterior a su obra o, si es posterior a esta llegada de Rojas a Granada, de alguno de sus discípulos, coetáneos o posteriores a este gran maestro de la imaginería andaluza (maestro de Martinez Montañés, de Ocampo, de Bernabé de Gaviria y de tantos otros). Gómez-Moreno no se atreve a fijar su autoría y sólo dice que es un magnífico Crucificado del siglo XVI.



Cristo de la Expiración del Convento de San Agustín, hoy en Santiago

Pocas son las imágenes escultóricas de Cristo de la Expiración que hay en Granada, pero una de ellas pudiera ser la más idónea para atribuirla como titular de esta hermandad de penitencia de la Santa Inspiración de Jesucristo. Nos referimos a la del Cristo de la Expiración, del que hemos estado tratando, que se venera desde la Exclaustración en la iglesia de Santiago (Servicio Doméstico), parroquial que fue de la demarcación donde estaba ubicado el convento e iglesia de los Agustinos Calzados.
Este Cristo expirante de Santiago parece que procede del convento de San Agustín, sede de la cofradía penitencial. Tras la exclaustración y supresión del convento en 1836, se solían agrupar las imágenes de los conventos suprimidos en la parroquial a la que pertenecían, para después repartirlas entre otras iglesia de la ciudad o de la provincia, aunque, en muchos casos, quedaron en la parroquia en la que se depositaron. Concretamente, algunas de las imágenes del convento de San Agustín, pasaron al cercano del Santo Ángel Custodio, como la imagen de Cristo de San Agustín, Sagrado Protector de Granada; otras muchas fueron a la iglesia parroquial de Alhendín, donde hoy se conservan.
Pero esta imagen de la Expiración de la iglesia de Santiago, parece de ejecución cercana a la fundación de la cofradía (1575-1580), que presenta escasa torsión, que le da una frontalidad, que no es típica del maestro Pablo de Rojas, como se ha dicho, aunque sí presenta otras características que lo acercan a él. Se debe, en todo caso, situar, a mi juicio, en un momento escasamente anterior a la llegada de Rojas a Granada (1579) para trabajar en el taller de Rodrigo Moreno, a cuyo círculo podría estar cercano y que encajaría perfectamente con los años en que estimamos que se fundó la hermandad.
El otro Cristo de la Expiración que existe o, al menos, se conozca en Granada – aparte, lógicamente del titular de la Cofradía de los Escolapios- es el de la sacristía de la iglesia de Santa Ana, que se realizó en época posterior a la fundación de la Hermandad de la Inspiración, pues es atribuido a Alonso de Mena (primera mitad del siglo XVII) y ha pertenecido a dicha iglesia desde tiempo inmemorial, por venir reflejado así en sus inventarios. No sabemos el paradero de un tercer Cristo de la Expiración al que daba culto una hermandad de ese título en la iglesia desaparecida de San Gil, aunque, no siempre Crucificados con el título de Expiración, presentaban la iconografía típica de Cristo con la cabeza levantada hacia el cielo para exhalar su último suspiro. La hermandad de este Crucificado de la Expiración de San Gil era semipenitencial y meramente cultual, realizando actos de flagelación ante la imagen por parte de sus hermanos todos los viernes del año.












CrisCristo de la Expiración de la iglesia de Santa Ana. Atrib. a Alonso de Menaación de la iglesia de Santa Ana

Como antes se ha dicho, la Hermandad de la Santa Inspiración tenía en su capilla una imagen de Nuestra Señora de la Paz, advocación mariana a la que diera culto la cofradía de penitencia y que no sabemos dónde se encuentra actualmente.
En la citada iglesia de Santiago, existe una Dolorosa en la capilla tercera de la izquierda, pero esta imagen, que pudiera haber sido la Dolorosa de la Cofradía, aunque, como antes hemos dicho, estas cofradías primitivas no siempre era una Dolorosa la imagen que procesionaban. La Dolorosa de Santiago, tradicionalmente se ha creído que es la imagen de Ntra. Sra. de las Tres Necesidades con la que su cofradía se fundara en la iglesia de Santiago, hacia 1616. Esto lo puede corroborar, el que a esta imagen  a finales del XIX, concretamente en 1887 y anteriores, la asociación de señoras de la Corte de María la visitaba un día al mes y le mantenía dicho título sólo de “Necesidades”, con el que quedó en Santiago para distinguirla de las “Tres Necesidades” , título que mantuvo, ya, con otra imagen (la hoy Esperanza), cuando la hermandad del Santo Entierro se trasladó a San Gil, mediado el siglo XVII.
Por último, decir que Ceán Bermúdez, nos describe en la iglesia de los agustinos calzados una capilla dedicada a la Soledad, que si aquélla imagen de la Paz hubiese sido una Dolorosa y no una imagen letífica, podría ser la de la Cofradía de la Inspiración. La capilla de dicha Soledad tenía retablo coronado por una pintura del Ecce Homo.
En la procesión de penitencia del Viernes Santo, que era de las de "sangre" o de flagelantes, además de la imagen del Cristo Expirante, llevarían la de la Virgen vestida de Soledad y la del San Nicolás de Tolentino, titular también de la hermandad. Y, como era usual, irían en la procesión los frailes del convento cantando salmos de la Pasión.
Muchas incógnitas, las plateadas en párrafos anteriores, difíciles, por no decir imposibles de resolver en la actualidad. Lo cierto es, que la Hermandad de la Santa Inspiración de Jesucristo, por los datos que tenemos, tuvo una vida de escasa trayectoria, al menos como penitencial, pues no aparece ya en el informe de la Universidad de Beneficiados de 1769, seguramente por haberse extinguido en el siglo XVII.


Excavaciones del convento de San Agustín


Las imágenes sí se conservarían en sus capillas, hasta que con la exclaustración de los frailes de 1836 y supresión del convento, pasaron (entre ellos el Cristo de San Agustín) a otros templos y conventos. La iglesia de los agustinos calzados, en estado de abandono hubo de ser demolida, así como, todas las edificaciones del convento agustino, para convertir el lugar en una gran plaza, que comenzó a realizarse en 1839, y, sobre ella, un mercado al aire libre. La plaza desapareció en 1880 y en su lugar se levantó un mercado de ladrillo y hierro que a perdurado hasta hace pocos años en que se construyó el actual.
La fuente monumental que adornaba el centro del patio del claustro del convento, es la de los Gigantones de la Plaza de Bibrambla. Primeramente, en 1820, se llevó para adornar el Paseo del Salón, antes de ponerse allí el monumento a Isabel la Católica y Colón de Mariano Benlliure, que después, en 1960, se trasladó a la nueva plaza de Isabel la Católica. En su lugar, en el Salón, está hoy está la moderna Fuente de las Granadas. En 1940 el alcalde Gallego y Burín trasladó la Fuente de los Gigantones a Bibrambla, dónde hoy la podemos admirar.







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