miércoles, 20 de marzo de 2013

LA ANTIGUA HERMANDAD DE LA ORACIÓN EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS







SEÑOR DE LA ORACIÓN EN EL HUERTO DE SAN ANTÓN


Granada contó entre sus primeras hermandades de penitencia con la de la Cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos. Ésta nace en el convento granadino de San Antonio Abad, al amparo de los frailes Terceros de San Francisco, que llegan a Granada en 1534 y se establecen por disposición del arzobispo Gaspar de Ávalos en un morabito musulmán al otro lado del río Genil, en la hoy calle del Santo Sepulcro. Allí existían dos morabitos desde la época musulmana mandados construir por el rey Alhamar extramuros de la ciudad y que conquistada ésta se van a cristianizar, convirtiéndose dos ermitas: la de San Antón, llamado "El Viejo" y la del Santo Sepulcro en el Cerro de los Rebites.

Por un documento del Archivo Histórico Nacional investigado por el profesor Gómez-Moreno Calera, parece que el primer asentamiento de los frailes estuvo en la ermita del Santo Sepulcro.   

Allí hay un promontorio sobre el río Genil, una vez cruzado el Puente Verde, donde se erigieron ambos morabitos a unos 500 metros, uno del otro. Al inicio de la cuesta, que parte del principio de la actual Avenida de Cervantes, se erguía la ermita de San Antón Viejo y  la del Sepulcro algo más arriba, junto a la hoy urbanización del Serrallo. Ambos, como hemos dicho, pertenecían a la citada Orden Tercera.

Cuesta del Santo Sepulcro en Avda. de Cervantes
Normalmente, los primeros establecimientos de religiosos regulares se solían erigir extramuros de la ciudad, porque, en principio, los arzobispos eran muy reticentes a aprobar fundaciones de conventos en el centro  de la urbe. Esto se debía, a que estos establecimiento de frailes representaban cierta competencia económica para las parroquias, en cuanto a la recogida de limosnas, celebraciones de funciones y otros cultos. También, los escasos medios económicos con que contaban determinadas órdenes religiosas, hacía que estas eligieran comprar inmuebles para su establecimiento, donde les resultaba más barato o también solían aprovechar la cesión de ermitas en el extraradio, como sería el caso de estos Terceros Franciscanos.


Ermita del Santo Sepulcro. Grabado de Chapuy.
La Hermandad de la Oración en el Huerto, seguramente, se va a fundar en alguno de estos primitivos establecimientos cercanos al Camino Alto de Huétor, es decir, o en la ermita de San Antón "el Viejo" o en la del Santo Sepulcro. La fecha de fundación tuvo que ser poco después de 1580, pues en ese año, el dos de marzo, se funda la Hermandad de la Humildad de Jesucristo del convento de mínimos de la Victoria, que era más antigua que la de la Oración en el Huerto. Todo apunta a que ésta sería fundada en los primeros años de esa década de los ochenta del siglo XVI.

Los frailes terceros comprobarían que en aquellos lugares apartados donde estaban las ermitas de su primer establecimiento, no tendrían la afluencia de fieles necesaria para sus fines apostólicos, y como era usual en estas órdenes establecidas extramuros, buscaron la primera ocasión propicia para trasladarse lo más cerca posible del centro de la ciudad. Y así, en 1565, consiguen de la Casa Real, en tiempos de Felipe II, unos terrenos en las atarazanas de la ciudad, pertenecientes a la renta de hábices, cerca de la Alhóndiga Zaída y de la Puerta Real, en el sitio que después sería el inicio de la Calle Recogidas, donde aun hoy está enclavado el convento e iglesia de San Antón.

Decimos que la cofradía se pudo fundar en alguna de las citadas ermitas, porque, si bien los frailes adquieren los nuevos terrenos en el centro en 1565, no empezaron a construirlos inmediatamente, sino de forma paulatina. La iglesia comenzó a construirse a principios del siglo XVII, hacia 1612 (1). Por ello, es muy probable que la Cofradía de la Sagrada Oración en el Huerto empezase a realizar su estación de penitencia desde el nuevo y céntrico convento de San Antón a partir de ese año, aunque la iglesia en 1612 sólo estaba levantada hasta los arcos de las capillas laterales.


Desde sus inicios, la Cofradía de la Oración en el Huerto salía de “sangre”, es decir, con flagelantes, y a la temprana hora de las cuatro de la tarde del Miércoles Santo, día en que también procesionaba la Cofradía de la Humildad de Ntro. Señor Jesucristo, del convento de la Victoria, de Mínimos de San Francisco de Paula, que salía a la misma hora desde su iglesia de la Cuesta de la Victoria. La coincidencia de ambas cofradías en las calles de la ciudad provocaba conflictos por prelación de paso y horario, que con otras emulaciones, hacían que ambas cofradías mantuvieran una tradicional rivalidad. De hecho, los horarios no los observaba la Cofradía de la Oración, dando lugar a frecuentes incidentes entre ambas, al anticiparse algunos años a la de la Humildad, que por ser más antigua, pretendía pasar antes que la Oración en el Huerto.


El itinerario de la Oración en el Huerto en esas primeras décadas en que pudo salir de alguna de las antes mencionadas ermitas, debió de ser espectacular en su llegada al Puente del Genil, discurriendo por sus alamedas, hasta entrar en la ciudad por la hoy Carrera de la Virgen.

SEÑOR DE LA ORACIÓN EN SU PRIMITIVO RETABLO

"Cofradía- ésta de la Oración en el Huerto- de grande ostentación”, según Henríquez de Jorquera, contaba en sus filas, hacia 1597, con más de seiscientos hermanos, según declaraba su hermano mayor, cuando ese año quedó reducida en el proceso entablado por el arzobispo don Pedro de Castro y Quiñones contra las cofradías de penitencia.

Era, en esos años de finales del Quinientos, de las que más excesos cometían en su salida penitencial, causados, especialmente, por sus escuadras de flagelantes. Así, se le acusa en referido proceso de haber dado en 1595 a sus hermanos de disciplina confituras, vino y otras viandas por su jefe de escuadras Sebastián Ruíz, participando en la procesión en estado ebrio, cosa que provocó gran escándalo. Dichas viandas las costeaba la Cofradía, afirmaba la acusación, porque el tal Sebastián Ruiz era un hombre pobre, talabartero de profesión. También, se acusaba a la Cofradía de que dicho Sebastián trataba de sustraer flagelantes de otras cofradías, ofreciéndoles recompensas para atraerlos a las escuadras de la Cofradía de la Oración en el Huerto.

Parece, no obstante, que los métodos empleados para obtener  las pruebas de los excesos cometidos no fueron demasiado ortodoxos, pues el prioste de la hermandad manifestó en el proceso: “que hicieron que dijese que lo consentía (los referidos excesos) sin poderlo hacer, ni dejar 

defenderse”. 

En 1612 el arzobispo, don Pedro González de Mendoza, autorizó su salida penitencial, previo pago de cien ducados para el dorado de la capilla mayor de la Catedral, que en ese tiempo se estaba haciendo. También ese año, dio autorización para que saliese en la madrugada del Viernes Santo a la de Jesús Nazareno del convento de los Mártires.

Es muy probable que esta salida de 1612 la hiciera desde la nueva iglesia de San Antón (Jorquera dice expresamente que salió ese año del convento de San Antón). “…salieron estas dichas cofradías este año - se refiere también a la de la Humildad a se autorizó a salir el año anterior de 1611  - muy grandiosas y muy copiosas de gente y de cera, porque por haber tantos años que no salían estaban perdidas”.

Iglesia de San Antón

Ese paréntesis parece que no le afectó demasiado a la Cofradía, porque según Henriquez de Jorquera sus hermanos mayores y mayordomos lo trabajaron mucho con sus personas y haciendas.

Esta cofradía parece que contó en sus filas con personas nobles y  caballeros adinerados, como Don Pedro de Hinojosa y Venegas de Granada, que ese año de 1612 portó el estandarte de la hermandad, y que por su apellido debía de ser descendiente de la Casa Real Nazarí, del Príncipe Al-Nayar y de Cetti Meriem, que adoptaron al cristianizarse el apellido Granada, dueños del palacio que conocemos como Casa de los Tiros.

Durante el periodo que media entre 1612 y 1631, la cofradía hace su estación de penitencia con regularidad, desde la iglesia de San Antón, afirmando Jorquera que en la primera mitad del siglo estaban muchas hermandades en él establecidas, entre ellas esta de la Oración que poseía, como las otras, capilla propia dentro del templo.

En 1631, el Provisor del arzobispado Juan Palacios, a petición del Cabildo de la Catedral, vuelve a prohibir las cofradías por sus excesivas demandas. En el fondo de estas prohibiciones estaba la cuestión económica, ya que las cofradías suponían una competencia importante en esta materia para el clero. Así, lo primero que hizo el Provisor fue prohibir las demandas de limosna, “pues había cofradías que las pedían tres o cuatro veces al día”. La suspensión afectó a todas, a excepción, otra vez como ocurrió en 1597, de las tres más antiguas: Vera Cruz, Angustias y Soledad y a las Sacramentales. 

Las cofradías suplicaron al Prelado que las dejara realizar sus respectivas estaciones, ya que tenían hecho todo el gasto, cosa que no hizo mella en el arzobispo que se mantuvo firme en la prohibición, bajo amenaza de excomunión y pago de una multa de doscientos ducados.

Contra esta resolución, al llegar la Semana Santa de 1632, la Cofradía de la Oración en el Huerto se une a su rival la de la Humildad de Cristo del convento de la Victoria, para acudir ante el Nuncio de Su Santidad en apelación a la reducción del año anterior. Alegaban dichas cofradías que habían estado saliendo desde 1612, sin contradicción por parte del arzobispado en su estación (2).  

Sin embargo, ocho años después, en 1639, se vuelve a autorizar la procesión de penitencia de la Oración en el Huerto por el arzobispado. Así, en la Semana Santa de 1640 nos dice Henríquez de Jorquera : 

“El 4 de Abril de 1.640 salió tan opulenta y grandiosa que no se a bisto en esta dicha ciudad. Fueron novecientas hachas por número, los cuales salieron con banderolas grandiosas. Fue tanta la jente que salió a ver esta cofradía que no se podía rejender por las calles...”

Este mismo año intenta salir el día 13 de Abril en una segunda procesión de sangre hasta el Triunfo, junto con la Archicofradía del Rosario. El motivo era el desagravio por el libelo aparecido el contra la virginidad de María, clavado en la pared del Ayuntamiento, que estaba situado entonces en el edificio de la Madraza o Medersa en la calle Oficios. Sin embargo, no llegaron a realizar esta procesión al Triunfo por así disponerlo el Provisor de la Diócesis.

Dos años después, en 1642 la cofradía no hizo su estación de penitencia por estar falta de medios económicos. En los años cuarenta del siglo XVII las guerras que sostenía la nación y las crisis económicas dejaron al país sin dinero y sin hombres, lo que probablemente motivó que la Cofradía, con escasos medios humanos y pecuniarios, entrara en decadencia, como tantas otras hermandades.


El Señor de la Oración en el Huerto de San Antón. Foto de José Martínez Rioboo, hacia 1915. Catálogo Exposición 2002.

Esta cofradía, no era la única que daba culto y procesionaba al misterio de la Oración en el Huerto. En el Convento de la Santísima Trinidad la Cofradía de la Pasión de Ntro Señor Jesucristo, sacaba en su estación de penitencia de la mañana del Viernes Santo, una serie de pasos que constituían una síntesis de la Pasión, entre ellos, Jesús de la Columna, la Flagelación y la Oración en el Huerto de los Olivos. Por lo que este último misterio, estaba ampliamente representado en nuestra antigua Semana Santa. 

La hermandad no desaparece

Sin embargo, hoy estamos en condición de afirmar que la hermandad no desapareció, como se creía hasta hace poco tiempo. Tras los acontecimientos referidos de la década de los años cuarenta del XVII, volvió a realizar sus estaciones de penitencia, quizás no todos los años. La prueba de ello la tenemos por un informe de 1682 por el que el beneficiado de la parroquia de Ntra. Sra. de las Angustias, a la que pertenecía el convento de los Terceros, lo certifica, diciendo lo siguiente: 

"Asimesmo certifico que en la procesión que sale el Miércoles Santo, a que asiste esta parrochia, del Convento de San Antonio Abad (la de la Oración en el Huerto) se pagan los mesmos derechos referidos. Dado en 29 de mayo de 1682" (3)

Con la anterior cita nos encontramos documentada la existencia de la Hermandad de la Oración en el Huerto aun a finales del siglo XVII, realizando su estación de penitencia el Miércoles Santo, en el mismo día en que la realizaba desde su fundación. Probablemente, llegaría a los inicios del siglo XVIII, en el cual, por ahora, no se tienen noticias de la cofradía.  

A lo largo del siglo XVIII, el convento de San Antón no se vio privado de hermandades carácter pasionista o penitencial. Del seno de la Oración en el Huerto, seguramente en ese siglo surgió la Hermandad de Ntra. Sra. de las Lágrimas, que parece que más tarde adoptó la advocación de Soledad y que aun subsiste en 1809. Lo cierto es que en la capilla de dicha Dolorosa, según un inventario de 1724 aparece la imagen del Señor de la Oración en el Huerto. 
También en esa época, adquieren auge las vías sacras granadinas, en las que las hermandades de ese carácter solían procesionar imágenes, recorriendo las estaciones, cruces o capillas callejeras de dichas vías. Y en el convento de San Antón surge la Vía Sacra llamada de San Antón el Viejo, que mantenía la Orden Tercera.

Esta Vía Sacra, que ya he subido a este blog, procesionaba imágenes de Pasión desde la ermita del Pretorio (junto a los Escolapios) hasta la ermita del Santo Sepulcro de los Rebites. En la Vía Sacra procesionaba, al Señor del Pretorio, (aún hoy en su capilla dentro del colegio de del Sagrado Corazón), el Nazareno, una Soledad. Y también salía en Semana Santa, precisamente el Miércoles Santo (4).  


Nazareno de San Antón. Puede ser de Diego de Mora y posible Nazareno de la ermita del Santo Sepulcro.


NAZARENO DE SAN ANTÓN. Probablemente venerado en la Ermita del Santo Sepulcro de los Rebites.
De la celebración de este vía crucis y de los cultos que organizó la Orden Tercera de San Antón a principios del siglo XIX, concretamente el día 9 de abril de 1809 -en plena Guerra de la Independencia-, poseo constancia escrita. Probablemente la Vía Sacra se estuvo andando hasta 1835 en que se exclaustraron los frailes y se vendieron las ermitas. Ese día 9 de abril era domingo y de la procesión que se realizó desde San Antón con las imágenes de Jesús del Pretorio, Jesús Nazareno y Nra. Sra. de la Soledad. Estas dos últimas imágenes seguro que son las que se conservan hoy en la clausura de San Antón.

Soledad de San Antón. Pudo ser de la Antigua Hermandad del Huerto

Esta Soledad es la que saldrá en la Semana Santa de 1901, cuando una orden del arzobispo don José Moreno y Mazón, por haberse producido determinados conflictos con la Hermandad de la Soledad de Santa Paula (hoy de San Jerónimo), desautorizó la salida de ésta y ordenó sacar en su lugar la de San Antón para procesión del Viernes Santo de ese año. En los años posteriores estuvo prohibida la procesión del Viernes Santo, pero volvió a celebrarse en 1907, en que el Prelado ordena la formación de una comisión para sacar la procesión de la Soledad, pero no con su hermandad tradicional de Santa Paula, ni con su imagen, sino con esta Soledad del convento de San Antón.
Aun hoy podemos venerar a la imagen de esta antiquísima hermandad de penitencia de la Oración en el Huerto en la misma sede de San Antón de los frailes Terceros, aunque tras la exclaustración allí se trasladaron las Madres Capuchinas, donde actualmente permanecen. Esta imagen del Señor ha estado también presente en nuestra Semana Santa moderna, al ser procesionada, a inicios del siglo XX, en los Viernes Santo de 1909 a 1918 en la llamada Procesión del Santo Entierro Antológico. Iba con una palmera y algunos años con un Ángel de San Miguel Bajo, atribuido a José de Mora (5).

En 1910 no salió por oponerse a ello don Francisco de Paula Valladar, presidente del Centro Artístico, que organizaba la procesión, quizás por entender que no tenía mucho valor artístico. En 1911 estrenó una túnica realizada por las monjas de Santa Paula. Tenía otra  bordada en oro regalada por dos señoras, que seguramente conservarán las capuchinas.
 
Señor de la Oración en el Huerto de la actual hermandad.


Ventiseis años después de aquella última salida del Señor de la Oración en el Huerto de la iglesia de San Antón, dentro del Santo Entierro Antológico, se fundará, en 1944, la nueva hermandad del Señor en el Huerto de los Olivos y María Santisima de la Amargura, con el bello misterio debido a la gubia de Domingo Sánchez Mesa y la sin par Dolorosa de la Amargura salida de la mano de los Moras.  



    María Santísima de la Amargura de la actual Hermandad de la Oración en el Huerto


____________________________ 
1 GOMEZ-MORENO CALERA, José Manuel, Arquitectura religiosa granadina en la crisis del Renacimiento, págs. 203-204. Granada 1989.
2 ARCHIVO HISTÓRICO DEL ARZOBISPADO DE GRANADA, legajo 11 F, pieza nº5.
3 Ibídem, legajo 8 F. pieza S/N.
4 PADIAL BAILÓN, Antonio. Revista "Calle Elvira", Las ermitas del Pretorio y del Santo Sepulcro y su Vía Sacra. Nº de Marzo de 2013. Granada.
5. Prensa de la época.




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