viernes, 28 de marzo de 2014

MUY ANTIGUA, REAL E ILUSTRE HERMANDAD DEL SANTÍSIMO CRISTO DE SAN AGUSTÍN







MUY ANTIGUA, REAL E ILUSTRE HERMANDAD DEL SANTÍSIMO CRISTO DE SAN AGUSTÍN, SAGRADO PROTECTOR DE GRANADA

Antonio Padial Bailón

   
    Estamos ante una de la más devotas imágenes de la ciudad de Granada y, también, ante uno de los Crucificados más antiguos de la ciudad y una de las devociones más universales en España: la del Santísimo Cristo de Burgos, conocido en muchos lugares, como en Granada o Sevilla, con el título de Cristo de San Agustín o en otros como Cristo de Cabrilla (Cabra de Santo Cristo en Jaén).

     Van a ser los Padres Agustinos de la ciudad de Burgos, quienes difundirán esta devoción cristífera por sus conventos del resto de España. Hoy la imagen se venera en la catedral de dicha ciudad por haberse allí trasladado después de que se exclaustraran los frailes agustinos en 1836. 
 
Santísimo Cristo de Burgos, origen de la devoción, hoy en la Catedral de  dicha ciudad


      Llegan a Granada los agustinos calzados para fundar su convento en 1513, estableciéndose, en principio, en una casa de la Alcazaba granadina en pleno Albaicín. Allí permanecieron durante cuarenta años antes de buscar emplazamiento en una zona más céntrica de la ciudad. 

      Cuando se establecieron  los agustinos el Albaicín era una de las zonas más pobladas de la ciudad, aunque la mayoría de sus vecinos la constituían moriscos, cuya conversión al Cristianismo, en la mayor parte de los casos, no iba pareja con una conversión sincera.  

     En aquellos aledaños, de escasa población de cristianos viejos y, por lo tanto, de escasas fuentes para de allegar recursos con que mantener el convento, buscan los frailes, en 1553, un emplazamiento más idóneo en la ciudad baja, junto a la Alhóndiga de los Genoveses y los baños de Abulaci, en el lugar donde hoy se yergue el llamado Mercado de San Agustín y aledaños. Allí levantaron su nuevo convento e iglesia, cuyos edificios se finalizaron en 1593.

      Sería durante su estancia en el Albaicín (1513-1553), cuando encargaran la imagen del Santo Crucifijo de San Agustín, para extender por Granada su devoción ancestral. El Santo Cristo se pudo realizar hacia 1521-1523, si su atribución tradicional a Giacopo Florentino "El indaco", que parte de Gómez Moreno, es correcta, realizándola durante su estancia en Granada para colaborar con Felipe de Borgoña (Vigarny), Alonso Berruguete y otros en el retablo de la Capilla Real.  

    No existiendo base documental, como ocurre en la gran mayoría de los casos, que ratifique y certifique la atribución al Florentino, hoy se pone en duda dicha autoría, para acercarla a Jerónimo Quijano, que también estuvo en Granada trabajando con Felipe de Borgoña y como colaborador de Giacopo Florentino, hasta 1526 en que éste fallece. A Quijano se le atribuye, con ciertas dudas, el Crucificado del Corpus de la iglesia de la Magdalena de Jaén, cercano en estilo al de San Agustín de Granada. 



     Por lo tanto, la hechura del Cristo agustino, hubo de realizarse entre 1521 y 1526 y como imagen renacentista, atribuida a Jacopo Torni Florentino "El Indaco", discípulo del gran Miguel Ángel, la talla se realizó en desnudo completo, vistiendo toneletes para ocultar la zona pudenda. 

     Desde su colocación en la nueva iglesia de la ciudad baja su devoción iría creciendo entre la población granadina, siendo procesionado en diversas rogativas como las sequías de 1587 y 1635 y otras posteriores. Henríquez de Jorquera, hacia el segundo cuarto del siglo XVII, al tratar del convento de San Agustín decía:


"Venérase en este gran convento un devotísimo Crucifijo en quien los devotos granadinos tienen puestas sus esperanzas y se manifiesta todos los viernes del año; hase sacado algunas veces de grande necesidad, por agua u otras rogativas de que su Divina Majestad ha usado de su grande misericordia".

Boceto de Diego Velázquez. A la derecha de la catedral, la torre e iglesia de San Agustín  

    Por esas fechas de la primera mitad del siglo XVII, no consta que tuviera una hermandad de culto, pero sí que era procesionado en los momentos de calamidades públicas para implorar su protección. Normalmente, como en ocurría con las imágenes de gran devoción, contaban con un velo o cortina, quizá transparente, para tenerlo reservado para esperar los días que se dedicaban para ponerlo de manifiestos a los devotos. En el caso del Cristo de San Agustín la imagen se exponía a los devotos todos los viernes del año, dedicándole esos días determinados cultos. Tal vez, como refería el profesor Smolka Clarés, se realizaban delante de la imagen ciertas prácticas penitenciales, como la flagelación. 



     En la sequía de 1635, parece ser que la imagen no llegó a sacarse en rogativa, habiéndola colocado en el cuerpo de la iglesia para recibir a la Virgen de las Angustias, cuya hermandad salió ese día, 16 de mayo, de sangre y disciplina, como lo hacía el Jueves Santo, llegada la imagen de la Virgen a la iglesia del convento comenzó a llover fuertemente. Parece que la intención pudo ser que el Cristo de San Agustín acompañara a la Virgen de las Angustias en la rogativa, pero la lluvia lo impidió, regresando al Virgen a su templo de la Carrera, una vez que el tiempo permitió que continuara la procesión de rogativa (1).  

   Unas décadas más tarde, en 1679, se declaró una terrible epidemia de peste bubónica en la ciudad; el pueblo acudió a sus imágenes de más devoción para implorar el cese de la pestilencia; el Cristo de la Salud de San Andrés fue llevado al Campo del Triunfo, donde se produjo el hecho milagroso de la paloma cuando volaba sobre los enfermos allí mantenidos en cuarentena (explicado en este blog con la historia de su hermandad, entrada de noviembre 2013); la Virgen del Rosario, cuenta la tradición dominica, se la vio sudar y derramar lágrimas durante 32 horas, como presagio de la epidemia y, declarada ésta se le hizo, el 26 de julio de 1679, una función, novena y, preparada para la procesión,"se le apareció en el entrecejo una estrella de superior hermosura, con los tres colores del arco iris que duró cincuenta días y con ello dio vista a una ciega, salud a varios enfermos";el Cristo de San Agustín fue sacado en rogativa poco después, el día 5 de agosto, puestos en acuerdo la comunidad de agustinos y el Ayuntamiento de la ciudad. 

    El resultado de tanta rogativa, según la mentalidad de la época, que veía el castigo de Dios en el desarrollo de estas epidemias, fue que remitió la enfermedad y el cabildo de la ciudad en acción de gracias al Cristo de San Agustín decidió tributar un voto de acción de gracias con función, que cada año el día 8 de agosto se ha venido celebrando, desde entonces y hasta nuestros días (actualmente se ha cambiado de fecha). 


Virgen del Rosario de Santo Domingo, en su frente apareció una estrella

    La remisión de la epidemia de peste provocó que la comunidad agustina y sus devotos decidieran inmediatamente fundar una hermandad bajo el amparo del Sagrado Protector de Granada el día 6 de agosto de 1680, (Celebración de la Transfiguración) que organizara cultos regulares a la imagen del Santo Crucifijo de San Agustín y cuyas reglas fueron aprobadas por el arzobispo fray Bernardo Alonso de los Ríos el día 29 de abril de 1681.

      El Padre de la Chica Benavides nos dice en 1764 que su capilla era la primera de la derecha en el colateral de la capilla mayor del templo, es decir, la primera desde dicha situación en el lado del Evangelio y escribía:  


"Este Simulacro es devotísimo, y se lleva las principales atenciones de este Pueblo: el que acude a él en sus mayores necesidades, logrando por este medio singulares favores, como se experimentó en la gran seca del año 1587, se sabe que en el año 1680, fue instituida una Congregación, por los primeros Sugetos de este Pueblo, de ambos Estados" (2)



    Miembros de las más aristocráticas familias granadinas formaron parte del elenco de fundadores como: los Ponce de León, Afán de Ribera, Vargas-Salcedo, Ossorio...etc.

    El número de hermanos era "Clausus", es decir, limitado a setenta y dos varones (nobles y eclesiásticos), que según la tradición era el número de los discípulos de Jesucristo. También nos dice el padre trinitario que se imprimieron sus constituciones en 1762.

     En 1695 la hermandad consigue del Alcaide de la fortaleza de la Alhambra, D. Blas Manuel de Paz que los tres días de las funciones, celebradas el 3 de mayo por la Invención de la Cruz, el 8 de agosto,  día de la función del voto y el 14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz, se disparara la artillería de la Alhambra, costeando la hermandad la pólvora y el refresco a los soldados (3).      

    Ya entrado el siglo XVIII, la hermandad recubrirá la cruz de la imagen con planchas de orfebrería de plata, realizadas en 1730 por un platero llamado Romero, según se pudo averiguar, cuándo no hace muchos años se restauró la cruz. Eran tiempos de de esplendor del último Barroco en el que gran parte de las cruces de los Nazarenos de más devoción en muchas localidades de Andalucía se fabrican en piezas de orfebrería de plata con Carey, hueso o marfil.  
        
Ese año de 1730, cuando se le hizo la cruz de plata se grabó esta estampa (Museo Casa de los Tiros)

    En su altar y capilla se le dedicaban diversas mandas, como la de doña María Teresa Pretel, que mandó, en 1737, decir 1500 misas en varios altares de la ciudad, entre ellos en el del Santo Cristo de los agustinos e instituyó dos memorias de misas en el altar del Cristo (4)

  Por el ceremonial instituido por el Ayuntamiento de la ciudad en 1752 se sabe que las fiestas del voto al Cristo de San Agustín consistían en misa solemne y sermón a la que acudía a la iglesia del convento la corporación municipal a pie y solía haber procesión con la imagen por la tarde, especialmente cuando se celebraban las rogativas.

       La procesión de la tarde del Voto asistía también el Cabildo Municipal vestidos sus miembros de traje negro, sin galones ni capas ,y alumbrado con hachas de cera (5), así como, toda la comunidad y, naturalmente, asistirían los hermanos y devotos del Cristo. 
       
       Como ocurría en muchas hermandades, el Cristo permanecía oculto con un velo todos los días, excepto los viernes de cada semana, en que se ponía de manifiesto a los fieles retirando el mencionado velo.

 En 1750, se produce otra rogativa para implorar la protección del Cristo en la sequía padecida ese año, con función y procesión a la iglesia de la Virgen de las Angustias, acompañado del Cabildo de la ciudad. Esta rogativa supondría para la hermandad un nuevo esplendor y aumento de sus hermanos. Otra vez volverá a la iglesia de Ntra. Sra. de las Angustias en 1757; esta vez con motivo de la plaga de langosta que azotaba los campos granadinos. La Patrona de Granada había sido puesta en andas para la rogativa(6).

   Después de cerca de 130 años de esplendor, éste se ve truncado por la invasión napoleónica, que ocupa el convento agustino en 1810 y lo dedica a fines militares y a panadería. Aún, unos meses antes, en la Cuaresma de 1809, se anunciaba la novena que por esos tiempos se le dedicaba al Santísimo Cristo (7).


Grabado de 1796. Museo Casa delos Tiros 

    Expulsados, en 1810, los frailes y las hermandades radicadas en el cenobio por el General Sebastiani, la Hermandad del Cristo de San Agustín hubo de trasladarse a la iglesia de los Santos Justo y Pastor (antes de San Pablo de los jesuitas). Aquí, las autoridades francesas, dada la devoción del pueblo a la imagen le cedieron para el culto del Cristo un retablo de los Carmelitas Descalzos de los Mártires, que cuando se retiraron las tropas francesas y la imagen con su hermandad volvió al convento de San Agustín, fue adquirido por aquélla en 1.400 reales.   


Iglesia de los Santos Justo y Pastor segunda sede de la hermandad

     Después de la Guerra de la Independencia se fundará, en 1816, la Asociación de Señoras, como rama independiente, reconociéndose en la hermandad la importante labor que aquéllas venían desempeñando en la misma. Esta Asociación de Señoras le dedicaba cada año, el día 4 de agosto, antes que empezaran los días de la función del Voto, otra al Santísimo Cristo, que era presidida, como las de la rama masculina, por el prior del convento y en el aprisco se sentaban los cofrades varones (8). Era una hermandad muy ligada a la Orden que había difundido la devoción, en la que el prior tenía un relevante papel en la dirección de la misma. 

  En su primitiva sede continuarán, hermandad e imagen hasta los años aciagos del Trienio Liberal (1820-23), en el que, probablemente, les pudiera afectar de algún modo sus disposiciones restrictivas e, incluso, de expulsión de sus sedes que algunos conventos sufrieron en este periodo.  
        
        De todas formas, del 24 al 28 de octubre de 1833, a las 10 de la mañana, la hermandad anuncia la celebración de un quinario al Santo Cristo de San Agustín en su sede del convento agustino calzado, para implorar la misericordia divina para que cese el mal (cólera) que aflige a algunos pueblos de Andalucía y Extremadura... con misa cantada, letanía, preces y plática" (9). Aún no se había declarado la enfermedad en Granada, pero no tardaría en hacerlo.   

       Poco antes de la supresión definitiva de los conventos masculinos por la Exclaustración de 1835-36, se celebra, en 1834, otra importante función y procesión de rogativa al Cristo de San Agustín con motivo de haberse declarado la grave epidemia de cólera morbo. Tal rogativa se previó realizar el 18 de febrero, pero la autoridad por motivos sanitarios prohibió la manifestación pública, autorizándola sólo dentro del convento. No obstante, al llegar el verano y ante el recrudecimiento de la enfermedad, parece que se acepta por la autoridad civil, como hecho consumado, la celebración pública de la rogativa, ante el apoyo de la primera autoridad militar de la provincia.

    Ello lo deduzco del comunicado que el prior agustino y la hermandad efectúa al Capitán General del estos Reynos para que asista a la procesión del viernes, día 18 de Julio de aquel año.


"El Prior, comisarios y demás individuos de la Ilustre Hdad. del Stmo. Cristo de San Agustín a VE LM y le ruega se sirva acudir a dicho templo mañana viernes 18 del corriente a las cinco en punto de la tarde para acompañar al Señor en la rogativa pública que ha de hacérsele con el interesante objeto de conseguir la cesación de los males que nos afligen y esperan de la notoria devoción y religiosidad de VE, que prestará gustoso su asistencia a tan piadoso como necesario acto; y a ello le serán reconocidos. La Hermandad se reunirá en la celda prioral.  Excmo. Sr. Capitán General de estos Reynos" (10).

    También se invitó al Ayuntamiento y a las demás órdenes religiosas y clero de la ciudad.

    Esta vez la procesión de rogativa acudió al Hospital de San Juan de Dios, donde estaban concentrados la mayor parte de los enfermos de cólera y allí permaneció la imagen del Cristo,probablemente en la capilla del hospital, hasta que cesó la enfermedad.

   Al año siguiente, expulsados los frailes de su convento el arzobispo determinó el traslado de la hermandad y de su Santa Imagen al cercano convento de las monjas clarisas franciscanas del Santo Ángel Custodio, situado en la desaparecida calle Angosta de la Botica, esquina con Cárcel Baja, donde se trasladaron el día 23 de septiembre de 1835. La primitiva iglesia del Santo Ángel había sido prácticamente destruida con la invasión francesa y se tuvo que reconstruir entre 1819 y 1830.  


Iglesia del Santo Ángel Custodio a principios de los años cuarenta del siglo XX, con la fachada modificada al abrir la Gran Vía.

    Sin embargo, no estaba aun muy segura en esas fechas la permanencia de la hermandad y de su imagen en su nueva sede del Santo Ángel, porque el 25 de mayo de 1837 se anuncia la subasta del convento y su iglesia para establecer en él una fábrica de sedas, y la desaparición del mismo de toda clase de emblemas y signos religiosos, ordenándose la demolición de la torre (11). Parece que no se llegó a producir ese derribo y las monjas y la hermandad continuaron en el convento. No ocurrió lo mismo con la antigua sede del convento de San Agustín, que en a principios de agosto de 1837 ya estaba derribado para formar una ámplia plaza, según comunica el contratista del derribo, Antonio Álvarez de Sotomayor en el Boletín de la Provincia. 

    Sin embargo, parece que la iglesia no se derribó al mismo tiempo que el convento de San Agustín y que el Cristo, en principio, no llevó su cruz de plata al convento de las franciscanas del Santo Ángel. Ello lo deduzco del inventario de la Exclaustración, publicado por el Boletín Oficial de la Provincia de 2 de enero de 1839, que enumera entre los bienes muebles que quedaban en la iglesia:

    Iglesia:  Cruz forrada de plata de la efigie del Santo Cristo de San Agustín; dos vestidos en las de Santa Clara y Santa Mónica; dos espejos grandes, dos cortinas encarnadas, dos atrileras, cuatro cornucopias doradas y mesa de piedra embutida en nogal y pies torneados".

    En la relación inventarial se relaciona sólo la cruz de plata de la efigie, pero no ésta, por lo que el Cristo (como sí lo hace con las imágens de Santa Clara y Santa Mónica al referirse a los vestidos puestos en ellas), por lo que parece que el Cristo de San Agustín pasó, en principio, al convento del Santo Ángel en una cruz de simple madera y así estaría, la menos, hasta 1839.
  
     La hermandad formada por elementos de la nobleza y burguesía granadina, durante los años cuarenta y cincuenta del siglo XIX, en su sede del Santo Ángel Custodio, va adquiriendo esplendor y gracias apostólicas e, incluso, por parte de la Monarquía, que con motivo de la mayoría de edad de la reina Isabel II se solicita el titulo de Real Hermandad, que le fue concedido en 1844. Dos años antes, en 1842, se ratifican y reforman los estatutos de la corporación y se sigue poniendo de manifiesto la imagen todos los viernes del año durante las décadas siguientes. 

    La Reina visitará la imagen en 1862, durante su estancia en Granada, y se declarará Protectora y Hermana Mayor Perpetua por Real Orden de 31 de diciembre de ese año. Al año siguiente S.S. el Papa Pío IX, concede diversas gracias apostólicas a la hermandad y cofrades. 

      Hay noticias en la prensa de la época de que por estas fechas de mediados de siglo y en la década anterior se celebran cultos solemnes en la Cuaresma con misa cantada con la asistencia de la música de la catedral, seguramente precedida de un quinario a las Cinco Llagas, como se celebraba los días antes de la Función del Voto. También, todos los viernes del año exposición del Santísimo y misa cantada. Así, según nos informa el periódico "Eco de Libertad" en agosto de 1854: "El día 6 principia la Novena al Stmo Cristo de San Agustín. A las 10,30 en el Ángel Custodio, será orador sagrado don José Durán. Para el día 6  función  de la Pasión y 5 Llagas, orador don Santiago Gutiérrez". Y en el número de 29 de noviembre "...en el Ángel Custodio misa de rogativa al Cristo de San Agustín. Predica Don Antonio Muñoz Baez. Quinario de la Pasión de N.S.J., se cantará “Jesús Amoroso” y “Miserere”. 

    Terminada la función y quinario de agosto se celebraban honras fúnebres por los difuntos de la hermandad. En esta época, desde 1852 a 1864 la hermandad la preside el arzobispo de Granada, D. Salvador José de los Reyes y con éste ministerio los cultos de la hermandad adquieren gran relevancia.

     Con estos cultos continuará la hermandad hasta finales del siglo con rogativas en la Guerra de Marruecos y en la epidemia de cólera de 1884. 

     Una solemne procesión de rogativas con la imagen del Cristo de San Agustín se celebra el jueves día 17 de marzo de 1898 con motivo de la Guerra de Cuba, salió a las cuatro de la tarde de la Catedral con las manguillas de todas las parroquias de la ciudad y cruz alzada del templo metropolitano, alumnos del seminario, beneficiados, canónigos y seglares con velas y, tras la imagen del Santísimo Cristo, el arzobispo D. José Moreno y Mazón, el Gobernador Civil, el alcalde, D. Eduardo Gómez y concejales, cerrando la comitiva la guardia civil a caballo. La procesión fue por las calles Marqués de Gerona, Mesones, Puerta Real y Carrera, hasta la iglesia de la patrona, la Stma. Virgen de las Angustias, donde se hizo la rogativa y regresó a la catedral por las calles de Reyes Católicos, Príncipe y plaza de Bibrambla. Una inmensa muchedumbre llenaba las calles del itinerario. 

     La hermandad padecía en los últimos tramos fineseculares y, especialmente, desde la Revolución "Gloriosa" de 1868, una apreciable decadencia; alrededor de cuarentas cofrades y otras tantas señoras formaban en sus filas (12)La rama femenina se  unificará con la masculina en 1890.


Cristo de San Agustín presidiendo la capilla mayor del Santo Ángel Custodio  en la calle Cárcel-Gran Vía. Siglo XIX

    Con altibajos entrará la hermandad en el siglo XX, aunque sus cultos tradicionales se mantenían e, incluso, llegada la Semana Santa, el Cristo de San Agustín junto con la Dolorosa del Convento del Santo Ángel se ponían en andas, como ocurrió en 1909; ese año eran comisarios de la hermandad D. Miguel de la Chica y Damas, D. Juan Hurtado Sánchez, Dª.Gracia Agrela López-Barajas, Dª. María Jiménez de la Serna y D. Eduardo Font L. Carbonero, pertenecientes a la alta burguesía granadina. Los cargos de la hermandad se renovaban en junta celebrada en el locutorio del convento al día siguiente de la función de agosto. El Ayuntamiento contribuyó a los gastos de los solemnes de la función del Voto,comenzando el Quinario a la temprana hora de las 7:30 de la mañana.

   Durante las dos primeras décadas del siglo XX los cultos se mantenían, como de costumbre y, en 1918, se convoca a petición de los fieles una rogativa al Santo Cristo Protector para implorar su protección por la terrible epidemia de gripe de ese año. Es significativo que los devotos se dirijan a la comunidad de franciscanas para esta rogativa; ello puede indicar que la hermandad estaba con cierta decadencia en esos momentos. En esta ocasión se abrió la iglesia todo el mes de noviembre de 7 a 9 de la mañana, con misa a las 8 y por la tarde de 16 a 18 horas, con funciones de rogativa (13)

   El Cristo por estos años veinte se colocaba en un altar presidiendo el presbiterio con profusión de luces y flores (de ello hay constancia en la prensa de 1923), cantándose el Miserere del maestro Palacios con la capilla de música de Vidal, que acompañaba a los motetes que entonaban tenores, como Leffebur Val o el propio Vidal.


     En el año 1925 eran comisarios de la hermandad D. Tomas García Ruiz y D. Miguel López Rodríguez-Acosta, José Jiménez de la Serna y Agrela, Concepción Jiménez de la Serna y Damas, Amalia Echevarría García y Angustias López Rodríguez- Acosta, es decir, la alta burguesía seguía adscrita a la hermandad (14). Ese año, terminada la función del Voto de la Ciudad se celebró por la hermandad otra a Santa Clara y la función de difuntos, cantándose el Miserere del Maestro Palacios con la música de la catedral.


Cristo de San Agustín en el atrio de la Universidad en 1953



El Cristo de San Agustín procesiona en Semana Santa

   Fue el Viernes Santo de 1929 en que el Cristo de San Agustín salió con la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad de Santa Paula. Un artículo del periodista A. Garrido del Castillo en Granada Gráfica reflejaba el acontecimiento de esta forma:


"De las antiguas cofradías, la que ha dado la nota de mas emotividad ha sido la de la Soledad y Descendimiento de Santa Paula, que enriqueció su procesión con la admirable efigie del Cristo de San Agustín, presentada en trono inclinado, revestido con terciopelo negros con tal acierto y severidad que a su paso se inclinaba y enmudecía la muchedumbre".

   Procesionó inclinado en unas parigüelas con un reflector que iluminaba la imagen y acompañado por una sección de nazarenos con hábito negro. Ese año la procesión llevaba la capilla de música de la Catedral.

   No volvió a procesionar en la Semana Santa hasta el año 1953, para hacerlo el Jueves Santo desde el atrio de la Universidad con la nueva hermandad de los estudiantes, que pretendía fundarse en torno a la sagrada imagen, quizá fundiéndose con la hermandad del Cristo de San Agustín, bastante decaída en esos años; ese año lo acompañó una sección de nazarenos con hábito blanco y capillo morado. Una mala gestión de la nueva hermandad motivó que las monjas y la propia hermandad del Cristo denegaran la utilización de la imagen en la siguiente Semana Santa. (Véanse los pormenores de este suceso en la entrada de este blog de 21 de diciembre de 2013 sobre la hermandad de los estudiantes). 


 Cristo de San Agustín en 1953  
  
   En la década de los años treinta del siglo pasado la hermandad inició un sucesivo declive; aun, en 1936, seguía realizando la Función del Voto y se sabe los mayordomos de ese año: D. Fernándo Almansa, Marqués del Cadimo, D. Tomás Lucena López, D. José Tripaldi, Dª. Rosario Agrela, Dª Carmen Caballero Jiménez de la Serna y Dª. Cancepción Ortiz, es decir, tres caballeros y otras tres señoras (15). Probablemente, así lo determinarían los nuevos estatutos de 1902.

  En los aciagos años de inseguridad ciudadana que precedieron a la Guerra Civil, hicieron que las monjas franciscanas decidieran deshacerse de su sede en la nueva Gran Vía, lugar muy frecuentado esos años por manifestaciones políticas y anticlericales, y permutaron el convento, que fue demolido en 1933, y su solar sirvió para la construcción del Banco de España, que les proporcionó otro en la calle de San Antón, donde hoy permanecen. La fuentecilla que tenían en el claustro pasó a adornar los jardines que están delante del Castillo o Palacio de Bib-Ataubín.

     Después llegó la Guerra y todo quedó paralizado, sin poderse construir el nuevo convento en la calle de San Antón, por lo que las monjas y la hermandad se trasladaron al convento de la Encarnación de religiosas de la misma Orden, donde tuvieron su sede, al menos, hasta después de 1943 (ese año el Ayuntamiento les dio licencia para construir la iglesia). Por ello, las monjas y el Cristo permanerían en la Encarnación, al menos, hasta 1945, una vez terminado de construir su nuevo convento.  


Convento de la Encarnación, cuarta sede de la hermandad

  En el convento de la Encarnación encontramos a la hermandad celebrando su quinario y demás cultos en 1942, dónde renovó sus comisarios el día 9 de agosto de ese año (16), tras la Función del Voto, que seguramente no se celebró en los años de la II República. 


Nuevo convento del Santo Ángel Custodio en la calle de San Antón, última sede de la hermandad desde 1945

Los años de la decadencia

     La Hermandad, cuando regresa al nuevo convento de la calle de San Antón, allá por 1944, acentúa su decadencia. Las últimas noticias que poseo de la celebración de la Función del Voto de la ciudad son de 1953, año al que nos hemos referido en el que la imagen participó en la Semana Santa. Ese año, D. Antonio Gallego y Burín, ilustre profesor e investigador de historia y arte, Director General de Bellas Artes, que había sido alcalde de Granada, aparece como hermano mayor honorario de la hermandad; presidió la referida función, junto con el decano de Medicina, Doctor Ortíz de Landázuri.

  Seguramente, algunos cultos se mantuvieron en los años siguientes, entre ellos la Función del Voto, pero el número de hermanos fue en progresiva disminución, hasta quedar la hermandad en los años ochenta del pasado siglo sin actividad apreciable.

El espléndido resurgir
     
    Será el 1 de mayo de 1988, cuando un grupo de jóvenes se inscriben en la hermandad y de acuerdo con los escasos hermanos que quedaban de esta antigua corporación y las hermanas franciscanas, deciden revitalizarla. En esta etapa se modifican las reglas de la hermandad para adaptarlas al nuevo carácter penitencial.

       Será el primer intento de restaurar una antigua hermandad y devoción en Granada. De las 12 hermandades penitenciales que en la década de los años ochenta se van a fundar en Granada, la del Santísimo Cristo de San Agustín será la única que recuperará una de las muchas hermandades de la rica historia cofradiera de la ciudad. Las restantes prefirieron o no supieron rescatar del olvido muchas hermandades penitenciales de gran peso en nuestra historia, como la Hermandad de la Vera Cruz o la de Jesús Nazareno de los Mártires, por citar algunas de las que voy subiendo en este blog. La escasa  cultura cofrade que ha existido hasta nuestros días hicieron el resto, surgiendo hermandades de nuevo cuño sin tradición histórica ni devocional, teniéndose, en muchos casos, que elegir advocaciones "por sorteo" o copiando las de determinada fama de otras ciudades, quedando en el olvido las grandes devociones históricas granadinas. 

    No ocurrió así con esta del Santo Crucifijo de San Agustín. En la Cuaresma de 1989 se produce el primer acto público de esta última etapa: el Vía Crucis penitencial con la imagen de Jesús Nazareno de las Penas, que la hermandad incorporará como titular. El día 10 de noviembre de dicho año fueron aprobadas las nuevas reglas por la autoridad eclesiástica con el título de:


Nazareno de las Penas, también titular de la hermandad 


Muy Antigua, Real e Ilustre Hermandad del Santísimo Cristo de San Agustín, Jesús Nazareno de las Penas, Nuestra Madre y Señora de la Consolación y Santo Ángel Custodio. 

  La hermandad incorporaba a Ntra. Sra. de la Consolación como titular mariana. Esta advocación, de gran tradición franciscana (no olvidemos que la Hermandad de la Vera Cruz del convento de San Francisco procesionaba esta advocación y las mismas monjas del convento veneraban una imagen en la clausura). En principio, se puso al culto por la hermandad a la Dolorosa del convento, con la idea de hacer inmediatamente otra imagen de la Virgen para sustituirla, que fue encargada al escultor sevillano Antonio J. Dubé de Luque y bendecida en la Cuaresma de 1990. La hermandad en tan escaso tiempo presentaban un  vigor difícil de superar (17).


Dolorosa del convento del Santo Ángel primera a la que dio culto la hermandad

    Jesús Nazareno de las Penas, imagen del último tercio del siglo XVIII, ( relacionada con el escultor Felipe González), que las monjas veneraban, fue expuesto al culto por la hermandad, tras el Vía Crucis que hemos referido. Por último, se incorporó al título el Santo Ángel Custodio, titular del convento que acogió a la hermandad por aquellos años convulsos de la Exclaustración. Dos imágenes del Ángel tiene el convento: la primitiva realizada por Alonso Cano, que presidió la portada del antiguo convento y hoy se encuentra en el claustro, y la que corona el retablo del altar mayor, relacionada con los Mora, quizá de Diego de Mora. 


Paso del Cristo en su salida procesional de 1996
    
    También, se empezó a realizar el paso del Cristo, según diseño de Dubé de Luque, en el que se empezó a procesionar la imagen en su primera salida de esta etapa, el Lunes Santo de 1993. Cinco años habían transcurrido desde el inició del nuevo auge de la hermandad y Granada pudo contemplar en sus calles la efigie del Sagrado Protector por tercera vez en el siglo XX, con sus nazarenos de hábito negro y largos cirios color tiniebla en la cintura, guiados por el son de la campana del muñidor que encabeza el cortejo. El campanil de las monjas dobla al Santo Cristo muerto con sones fúnebres, mientras se aleja por la calle de San Antón envuelto en incienso y entre los sones lastimeros de su música de capilla. Todos los Lunes Santos se repite esa despedida de su templo para hacer la estación de penitencia y, también, al regresar a la luz de la Luna de la madrugada del Martes Santo.





Paso de palio de Ntra. Sra. de la Consolación


     En los años siguientes, se completó el paso del Señor, en caoba y orfebrería de plata , y se empezó a realizar el paso de palio de Ntra. de la Consolación en "Sacra Conversación" con María Magdalena y San Juan Evangelista, que salió por vez primera a realizar la estación de penitencia el Lunes Santo de 2008.  



     Pocos años después de la reorganización de la hermandad, en 1996, reforma sus reglas para adaptarlas al los decretos diocesanos, adquiriendo el carácter de sacramental que hoy ostenta. Uno de los símbolos de este carácter y verdadero titular de la hermandad, el Santísimo Sacramento, atributo simbólico que se enseñorea en el paso del Cristo, donde en el frontal del canasto se procesiona el Pelícano Sagrado, alimentando a sus crías con su cuerpo y con su sangre. 


Paso del Cristo de San Agustín con el Pelícano alimentando a sus crías, símbolo Eucarístico

          En el año 2001 se incorpora la imagen de San Juan Evangelista, realizada por Antonio Dubé de Luque y, en 2007, se realiza la Magdalena por el onubense Elías Rodríguez-Picón. A ambas imágenes se le da culto en la capilla de Ntra. Sra. de la Consolación y procesionan con Ella en su paso de palio, formando lo que se conoce como la "Sagrada Conversación".





     No queremos extender más en la historia contemporánea de esta antigua hermandad, puesto que el objeto primordial de los artículos de este blog es dar a conocer el devenir histórico de nuestras antiguas hermandades sin entrar en otros pormenores del tiempo actual. 





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1. HENRÍQUEZ DE JORQUERA, Francisco, Anales de Granada, tomo II, pág. 751. Edición de D. Antonio Marín Ocete. Granada 1934.

2. DE LA CHICA BENAVIDES, Fray Antonio, Gazetilla Curiosa o Semanero Granadino, papel XVIII.

3. LÓPEZ MUÑOZ, Juan Jesús y Miguel Luis, SZMOLKA CLARÉS, José y CASTÓN BOYER, Pedro, Granada y el Cristo de San Agustín, págs. 101 y sig. Granada 1994.  

4. Archivo Histórico del Arzobispado de Granada, legajo 25 f, pieza 12.   

5. SZMOLKA CLARÉS, José, Historia de una bendita realidad II. Boletín "El Muñidor", Sept-Oct. 1993. 
        
6. LÓPEZ MUÑOZ, Juan Jesús y Miguel Luis, SZMOLKA CLARÉS, José y CASTÓN BOYER, Pedro, opus cit, pág 112 y 118.

7. DIARIO DE GRANADA  de 17 de marzo de 1809.

8. LÓPEZ MUÑOZ, Juan Jesús y Miguel Luis, SZMOLKA CLARÉS, José y CASTÓN BOYER, Pedro, Opus cit. pág. 128.

9. BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GRANADA  de 22 de octubre de 1833.

10. ARCHIVO DE LA REAL CHANCILLERÍA DE GRANADA, caja 4.368, pieza 89. 

11. BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GRANADA  de 25 de mayo de 1837.

12. SZMOLKA CLARÉS, José, Historia de una bendita realidad II. Boletín "El Muñidor", Enero-Febrero. 1995.

13. LA GACETA DE SUR de 30 de octubre de 1918.

14. EL DEFENSOR DE GRANADA  de 6 de agosto de 1925.

15. Periódico "IDEAL" de 7 de agosto de 1936.

16. El citado periódico de 9 de agosto de 1942.

17. Página web de la hermandad,                        www.cristodesanagustin.com/

domingo, 9 de marzo de 2014

HERMANDAD DEL CRISTO DE LA EXPIRACIÓN y VÍA SACRA DE SAN GIL





CRISTO DE LA EXPIRACIÓN, TAMBIÉN LLAMADO DE LA ESPERANZA. (HOY EN SANTA ANA)




ANTONIO PADIAL BAILÓN


 La Hermandad del Santo Cristo de la Expiración y Vía Sacra de la iglesia parroquial de San Gil quizás sea una de las hermandades más antiguas de la ciudad de Granada. Fundada en dicha iglesia, probablemente a finales del siglo XVI o inicios del XVII.

   Aunque el cronista de la ciudad, Henríquez de Jorquera, no nos informa de que existiera en esa fecha una hermandad, implícitamente se deduce de sus manifestaciones que la tendría. Nos dice: "[...] en la capilla de los cavalleros Moreno de León ay un santísimo Crucifijo de gran devoción, ante quien se hace disciplina los viernes de quaresma y se canta el miserere con grande música y se ganan indulgencias en su capilla" (1).  

   No me cabe duda, que la existencia de un grupo de disciplinantes flagelándose frente a la imagen en su capilla y el canto del miserere todos los viernes de la Cuaresma con música, serían unos cultos organizados que requerirían la existencia de una asociación o hermandad, en principio sin reglas aprobadas, que organizara dichos cultos penitenciales asiduos.     

     El Padre de la Chica Benavides nos amplía el conocimiento acerca de la imagen, diciéndonos que la capilla fue donada por el arzobispo D. Gaspar de Ávalos, en 1539, a D. Juan Moreno de León, antecesor de la Casa y Señorío de Alhendín, donde construyeron bóveda para el enterramiento de la familia. También nos relata, puede que transmitido por tradición de la familia, que su padre había traído el Crucifijo de Italia y que, lógicamente, lo habían puesto en la capilla de su propiedad, añadiendo que unos decían que era de corcho y otros de caña (2).



    Todo esto despista un poco, en cuanto que la imagen es tallada en madera y no de caña o de corcho, ni de tiempos anteriores a la donación de la capilla, que fue en 1539, siendo una imagen manierista, del último Renacimiento, atribuida de forma general al discípulo de Diego de Siloé, Diego de Aranda, que la pudo hacer hacia mediados del XVI. 

  Independientemente de la leyenda transmitida por tradición familiar de que la imagen procedía de Italia, lo más congruente es que una vez adquirida la capilla, la familia Moreno de León, en años posteriores, encargaran la imagen del Crucificado, que pudo ser a mediados del siglo y parece evidente, que a Diego de Aranda.

     A principios del siglo XVII, concretamente en 1615, fallece el nieto del fundador de la capilla y de su mismo nombre, Juan Moreno de León, caballero veinticuatro de la ciudad, del que nos dice Henríquez de Jorquera que "fue enterrado en la capilla del Santo Cristo, entierro de sus padres y abuelos", capilla que heredó un pariente por no tener el difunto descendencia (3). Tres años después, en 1618, se entierra también en la capilla su suegro, Francisco Sandoval y Rojas, alcalde de Corte de la Real Chancillería y del Consejo de Su Majestad. 

    Estos Señores de Alhendín, que por rama femenina se enlazaron con los Altamirano en el siglo XVII, consiguieron de Felipe V transformar el Señorío en Marquesado con el título de Marqueses de Alhendín y siguieron manteniendo la titularidad de la capilla. Sin embargo, a mediados del siglo XVIII se desentendieron de sus gastos y adorno, probablemente por poseer otra capilla en la iglesia del convento de San Francisco, junto a la de la Vera Cruz, que en 1683 cedieron para el culto de Ntra. Sra. de la Consolación, cuya hermandad era filial de aquélla (4).   

     A lo largo de la segunda mitad del siglo XVI, la imagen iría creando devoción hasta ir conformándose como una hermandad de disciplinantes que, más tarde, cuándo adquieren vigor las vías sacras, se convierte en hermandad de este último carácter. 

     A la imagen del Cristo se le añadirían a ambos lados, seguramente desde el principio, las imágenes de la Dolorosa y San Juan Evangelista, de la misma época que el Cristo y atribuidas al mismo autor, para formar la iconógrafía de un Calvario.    



CALVARIO CON EL CRISTO DE LA EXPIRACIÓN




¿Cual de los dos Crucificados de la iglesia de Santa Ana es el Cristo de la Expiración de San Gil?

   Es llegado el momento de manifestar porqué la imagen que traigo a colación en este artículo (el del Calvario de la iglesia de Santa Ana) es la de la Hermandad del Cristo de la Expiración de la antigua y desaparecida iglesia de San Gil, y no el Crucificado de la Expiración, atribuido a Alonso de Mena, que se venera en la sacristía de Santa Ana, de la que tradicionalmente se ha afirmado que era la titular de la hermandad de San Gil.

  Los inventarios que se conservan en la iglesia de Santa Ana, que se hicieron cuando se fusionaron ambas parroquias definitivamente, al demolerse San Gil en 1868, revelan que el referido Calvario del Cristo de la Expiración, pasó a Santa Ana desde San Gil y que el Cristo Expirante de Alonso de Mena de la sacristía de dicha iglesia de Santa Ana ha pertenecido siempre a ésta, por lo que no cabe afirmar que fuera el titular de la hermandad de San Gil que estamos tratando. Veamos porqué:

    En el libro realizado por D. Joaquín y D. Antonio Villena Delgado sobre dichas iglesias, al tratar de las imágenes y capilla del Calvario del Cristo de la Expiración nos dice, que procede de la iglesia de San Gil y que ello viene reflejado en diversos inventarios de esta iglesia. Entre dichos inventarios de San Gil escogen los autores la descripción del de 1867, previo al traslado de las imágenes a Santa Ana, que dice al folio 10, vuelto, bajo el epígrafe "Capilla de Jesús de la Esperanza o del Señor de la Expiración": "Un retablo blanco con mesa de altar y frontal de madera... en el centro del retablo existe un crucifijo grande de talla con sudario de terciopelo con galón y encaje dorado todo fino. También existen al pie del crucifijo las imágenes de talla de la Virgen y San Juan" (5). 

   Al Cristo en esa fecha se le conocía con las advocaciones de Expiración y Esperanza, éste seguramente impuesto en el siglo XIX, tras la desaparición de su hermandad. La descripción del Calvario que hace el inventario con las imágenes de la Virgen y San Juan al pie de la Cruz, no dejan dudas de que el Calvario de Santa Ana procede de San Gil y que el Cristo es el de la Expiración de esta última iglesia.

    Pero es que, además, nos dicen los citados autores, que el Cristo del mismo título de la Sacristía de Santa Ana, ha pertenecido siempre a esta iglesia y no a la de San Gil, según los referidos inventarios, luego el de la sacristía de Santa Ana no puede ser el Cristo de la Expiración de San Gil, a pesar de que siempre lo hemos creído.       


CRISTO DE LA EXPIRACIÓN DE LA SACRISTÍA DE SANTA ANA. Atribuido a Alonso de Mena 


   También, el Cristo de la referida sacristía es de fecha muy posterior al de la Expiración de San Gil, que tenía culto en esta iglesia desde que los Moreno de León lo incorporaran a su capilla de enterramiento (es escultura del XVI) y el Cristo atribuido Alonso de Mena es de la primera mitad del siglo XVII (el escultor murió en 1646).

     Pero lo que, definitivamente, apoya la tesis de que el Calvario (hoy en Santa Ana) atribuido a Diego de Aranda es el del Cristo de la Expiración de San Gil, es un grabado de Juan Luengo de 1730 en el que aparece la representación de dicho Calvario al que daba culto la hermandad con el Santo Cristo acompañado e las imágenes de la Virgen y San Juan, tal y como hoy se conserva en una de las capillas de la iglesia de Santa Ana. La leyenda de dicho grabado, procedente de la biblioteca de Gómez Moreno dice: 


"Verdadera efigie del Santísimo Cristo de la Expiración y Vía Sacra que se venera en la parroquia sel Señor San Gil de esta ciudad de Granada, se hizo (la estampa) año de 1730 a devoción de los mayordomos Francisco Rodríguez, Gerónimo Chacón, Rafael García y Juan González. El Eminentisimo Sr.Cardenal de Borja concedió 100 días de indulgencias y el Ilmo. Sr. arzobispo,obispo de Cartagena D.Thomás Joseph de Montes 40 a todas las personas que rezaren un credo y dieren limosna para el culto de dicha sagrada imagen".



Grabado de 1730 del Calvario del Cristo de la Expiración de San Gil . Museo Casa de los Tiros
     
     Por dicha leyenda del grabado sabemos que la hermandad la regían cuatro mayordomos, fórmula no demasiado habitual en las hermandades, que normalmente se regían por un hermano mayor y un mayordomo, aparte de los oficiales que formaban las juntas directivas.
    
     La Hermandad del Cristo de la Expiración mantenía cultos semanales a la imagen, todos los viernes del año con misas cantadas, aunque a principios del siglo XVIII no practicaban el acto penitencial de la flagelación que se había sustituido por el ejercicio de la Vía Sacra, haciendo sus estaciones, probablemente, hasta el convento carmelitas descalzos de los Mártires.

  En la Vía Sacra y en otras salidas procesionales intermitentes por la ciudad que se hacían a mediados del siglo XVIII, se portaría la imagen del Cristo por sus veintiún horquilleros perpetuos (6)

     A parte de la misas cantadas de lo viernes, la hermandad celebraba jubileos con exposición del Santísimo en los que se ganaban indulgencias y, también, administraba determinados legados de misas como el instituido por Beatriz Vega Vizcaino de cien misas anuales, hasta 1768. 

Otros datos sobre la Capilla de la Expiración

  La iglesia de San Gil tenía su portada principal abierta a la calle de Elvira, en la manzana primera de esta calle, con las capillas de su costado derecho que daban a casas adosadas con fachada a Plaza Nueva. Las del costado izquierdo daban a la Calle del Pan, con una portada lateral que se abría a dicha calle. En esta vía se eleva la torre de la iglesia y casas adosadas a la misma, en algunas de las cuales había un bodegón, una conocida buñolería en el pie de la torre de la iglesia y una pastelería. Era ésta una zona muy comercial de la ciudad y desde donde se iniciaba el Zacatín antes de abrirse la Gran Vía a principios del siglo XX.

   En este costado derecho, el que lindaba con la calle del Pan, estaba la capilla del Cristo de la Expiración, inmediata al crucero de la iglesia, sacristía y capilla mayor. En 1782, el dueño de una casa adosada, Juan José Díaz, levantó una torreta, descansando parte de su fábrica sobre los muros de la capilla de la hermandad, cegando la ventana por donde recibía luz la capilla mayor y la del Cristo de la Expiración. Ésto motivó la denuncia por parte de los afectados (7)

     El arzobispado envió a su maestro mayor de obras, Francisco Castellanos, que ordenó que se rebajara de altura la torreta y se aligeraran los materiales empleados con pilastras de madera y así quitar peso a los muros de la capilla, para que no se impidiera la entrada de la luz.   

   No gustó esta solución al administrador de la fábrica de la iglesia, tachándola de complaciente y alegaba, que daría lugar, si se consentía, a que en la terraza de la torre se "hicieran bailes, cantos y diversiones pecaminosas"



Iglesia de San Gil en Plaza Nueva antes de 1868 con las casas adosadas alrededor de la misma

    Por estas fechas la hermandad estaba muy ligada a la parroquia y algo decaída, de modo que, los beneficiados se instituían como comisarios de la misma para que los cultos no decayeran.  

    Siguiendo con las noticias de la capilla del Cristo de la Expiración, la hermandad decide ampliarla, hacia la primera mitad del siglo XVIII, adquiriendo de los agustinos calzados una casa adosada a la iglesia por la zona de la capilla del Santo Cristo, sobre la que recaía un censo que pagaban dichos frailes. 

    Una vez realizada la obra de ampliación quedó un sobrante o habitación que la hermandad optó alquilar por la falta de recursos con que contaba. Tal alquiler le proporcionaba 8 o 10 reales mensuales que se empleaban en ayuda para sostener el culto y las misas de los viernes (8)


VIRGEN DE LOS DOLORES DEL CALVARIO DE LA EXPIRACIÓN
  Esta escasez de recursos, nos hace patente la decadencia de la hermandad en esa fecha (1782), que se mantenía por unos cuantos hermanos dirigidos por el beneficiado, como comisario, y con el alquiler de la habitación que daba a la calle del Pan, aneja a la capilla. 

  Por otra parte, los agustinos dejaron de pagar el censo desde fechas anteriores a 1778, por lo que se tuvo que entablar un pleito con ellos en 1783, pues el acreedor del censo se lo exigía a la hermandad y a la fábrica de la iglesia. El referido pleito duraba aun a finales de siglo y tuvo que hacerse cargo la fábrica de la iglesia de los gastos de la capilla; ni los agustinos ni la hermandad, carente de recursos, pagaban el censo. En 1815, la fábrica de la iglesia hizo una obra para la reparación de la misma, porque la hermandad prácticamente ya no existía. Tampoco, los Marqueses de Alhendín, patronos de la capilla, pagaban sus cuotas a la iglesia desde el año 1750.

Ocaso de la Hermandad

    En 1786, aun celebraba la hermandad su cultos, aunque su renta era de sólo 30 reales mensuales, dedicándole a la imagen una misa cantada con órgano los viernes, por las que pagaba a la parroquia 7 reales, y dos misas de requiém. Asimismo, costeaba 30 luces el día de San Cecilio, obligaciones que no siempre se cumplían(9). Todo nos hace presagiar que la hermandad no tenía actividad a principios del siglo XIX. 

    La siguiente noticia que puedo ofrecer se refiere sólo a la imagen del Cristo. Ésta se produce en 1854, cuando el párroco de San Gil, el 27 de septiembre, escribe una carta al arzobispo, D. Salvador José de los Reyes, por la que le comunica que se habían presentado unas personas devotas del Cristo de la Expiración, que habían recibido de sus promesas a la imagen el alivio de sus dolencias.

    La carta de párroco proponía al prelado, a petición de los devotos de la imagen, después de exponerle una singular justificación, relacionando la Biblia y el Evangelio con la figura de Jesucristo, vivificador y otorgante de la salud de nuestros cuerpos y almas, proponiéndole al arzobispo que autorizara el cambio de advocación de la imagen por la de Cristo de la Salud (10).  

    Parece que el prelado no aceptaría dicho cambio, pues en el inventario que se hizo  de la iglesia de San Gil unos años después, en 1867, y al que al principio de este trabajo nos hemos referido, figura aun con el nombre de Cristo de la Expiración. 


SAN JUAN EVANGELISTA DEL CALVARIO DE LA EXPIRACIÓN

 En 1868, pasa la imagen, junto con las de la Dolorosa y San Juan Evangelista, a la iglesia de Santa Ana, a la que se había unido la parroquial de San Gil algún tiempo antes y en esa fecha se ordena su demolición por la llamada "Revolución Gloriosa" de 1868. 

   Hoy las imágenes se veneran en la segunda capilla de la izquierda, según se entra, de la iglesia de Santa Ana. El retablo que actualmente cobija al grupo escultórico, llamado de los Santos Juanes, no es el suyo primitivo, pues el recuadro que se aprecia tras el Cristo se concibió para un cuadro de Ntra. Sra. de los Dolores y en las repisas laterales estuvieron Santo Toribio de Mogrovejo y San Juan de Sahagún, con San Juan Evangelista situado en la mesa de altar. Antes de 1842, se puso el Crucificado de la Expiración de la sacristía delante del cuadro de la Virgen y con la imagen de Ntra. Sra. de la Piedad del Socorro a los pies (11).

  El Calvario se colocó en el retablo cuando llegaron las imágenes a Santa Ana (1868) y el Cristo de la Expiración, atribuido a Alonso de Mena, se colocó en la sacristía. 

  El Calvario del Cristo de la Expiración estaba hasta hace pocos años en un estado de conservación bastante lamentable, por lo que han sido sus imágenes restauradas en 2007. Durante el periodo de restauración (oct. 2006-junio 2007) la Virgen de la Esperanza (Tres Necesidades) estuvo ocupando su retablo y capilla.


VIRGEN DE LA ESPERANZA EN EL RETABLO DE LA EXPIRACIÓN
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1.HENRÍQUEZ DE JORQUERA, Francisco, Anales de Granada.Tomo I, pág. 222, serie Archivum, UGR.

2.DE LA CHICA BENAVIDES, Fray Antonio, Gacetilla Curiosa..., papel 4º, 30 de abril 1764.
  
3. HENRÍQUEZ DE JORQUERA, Francisco, Anales de Granada.Tomo II, pág. 600, serie Archivum, UGR.

4. Véase en este blog la entrada de 30 de diciembre de 2012, sobre la historia de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Consolación.   

5. VILLENA DELGADO,Joaquín y Antonio, Arte y tradición en la iglesia parroquial de San Gil y Santa Ana. Inventario de su patrimonio.Volumen II, pág. 90.

6. LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Miguel Luis. “Semana Santa en Granada. Historia de la Semana Santa granadina desde el siglo XVII hasta nuestros días”. Granada. Ed. Gemisa, S.L., 1990. pág. 113.

7. ARCHIVO HISTÓRICO DEL ARZOBISPADO DE GRANADA, legajo 402 f, pieza 8.

8. El citado archivo y legajo, pieza 22.

9. El citado archivo, varias piezas.

10. El citado archivo, legajo 255 f, pieza s/n.

11. Esta imagen de la Piedad del Socorro se envió a la localidad de Molvízar, donde probablemente fue destrozada en 1936, pues allí no está actualmente. VILLENA DELGADO,Joaquín y Antonio, Arte y tradición en la iglesia parroquial de San Gil y Santa Ana. Inventario de su patrimonio.Volumen I, pág. 54.