sábado, 21 de diciembre de 2013

COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS DE LAS PENAS Y NUESTRA SEÑORA DEL REFUGIO ( HERMANDAD DE LOS ESTUDIANTES)







Antonio Padial Bailón

Traigo a estudio en esta ocasión a una hermandad, la más moderna de las desaparecidas, que por circunstancias desgraciadas, que trataré aquí de explicar, no la podemos tener hoy con nosotros.  

La Hermandad de Penitencia de Jesús de la Penas y Ntra. Sra. del Refugio se fundó en 1953 en la Capilla Universitaria (actualmente la iglesia de los Santos Justo y Pastor).

Muchos de nosotros conocemos de su existencia y algunos detalles por los que desapareció, pero no mucho más. Fue fundada por un grupo de cofrades granadinos, algunos procedentes de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Aurora y con la intervención de la Hermandad del Cristo de San Agustín, bastante decaída en ese tiempo. 

PORTADA DE SANTOS JUSTO Y PASTOR.  CAPILLA UNIVERSITARIA 2002
La fundación tuvo lugar a principios de 1953, con la idea primitiva de dar culto y procesionar a la sagrada imagen del Stmo. Cristo de San Agustín y evitar que se extinguiera su hermandad. De hecho, el primer título que tuvo la hermandad, según el proemio de las constituciones, era "Muy Ilustre, Pontificia y Real Hermandad del Santísimo Cristo de San Agustín. Cofradía Universitaria de Semana Santa".

En realidad se trataba de transformar en penitencial la antigua hermandad de este Santo Crucifijo. Por ello, el artículo primero de dichas constituciones determinaba el objeto de la misma, que era "Honrar al Divino Redentor en la Sagrada imagen del Stmo. Cristo de San Agustín", para darle culto interior y exterior por medio de procesiones (1).  

CRISTO DE SAN AGUSTÍN. Foto de D. Antonio Úbeda
El culto interior, mediante una misa todos los viernes ante su altar y rosario por los hermanos fallecidos y el primer viernes de noviembre una misa solemne en la capilla universitaria en sufragio de los fallecidos en el año. En la Cuaresma ejercicios espirituales y comunión general en la misma capilla y en Semana Santa, procesión con la imagen, revistiendo la máxima austeridad y recogimiento. 

A obras de caridad se destinarían todos los ingresos, a excepción de lo gastado en la procesión y cultos, realizando dos comidas para los pobres el día de la comunión general y el de la procesión de Semana Santa.

Los estatutos preveían tres clases de hermanos: activos, de honor (con estatuto propio) y honorarios o protectores. Los activos participarían en la procesión vestidos de penitentes. 

Dichos estatutos regulaban la asistencia del Viático para los enfermos, con repique de campanas, muñidor, estandarte y treinta cirios. También la asistencia, de igual forma, a los entierros de hermanos con doble de campanas y tres misas de luz ante el altar del Cristo y rosario al viernes siguiente. 


También regulaban los estatutos la composición de las juntas y cargos, comisiones ejecutivas, cuotas, inscripciones, cuentas...etc. La junta de gobierno habría de reunirse, al menos, una vez al mes.  

Se añadía a los estatutos un reglamento de la procesión de penitencia a la Santa Catedral, vestidos los hermanos con túnica, capillo, cinturón, sandalias negras y guantes blancos. Sobre el pecho un escapulario con el escudo de la hermandad de color de la facultad en que cada cofrade estuviera matriculado. Igual vestimenta llevarían los cargos, aunque estos llevarían báculo o cetro.

Regulaban de forma estricta el comportamiento durante la procesión, bajo pena de expulsión de las filas y de la cofradía, no pudiendo pronunciar palabra alguna mientras se llevase el hábito. Y si se acudía con él a la iglesia, lo harían por el trayecto más corto sin detenerse y lo mismo se haría en el regreso a sus casas. 

También se prohibía la presentación y paseo de los pasos fuera del itinerario, así como, las paradas no autorizadas. Las mujeres no participaban en la procesión más que tras del preste y en grupos, con las mismas exigencias de sobriedad y con vestido tan largo que les llegase a los pies. Aunque en este lugar asignado se les permitía llevar hábito y capirote. Dada la austeridad que se pretendía, se prohibía pagar a saeteros y aplaudir los cánticos.


Reunidos los organizadores a principios de 1953, lograron inmediatamente la aprobación de la salida procesional de ese año, señalándose aquélla para el Jueves Santo. Esta aprobación tan rápida perece que fue debido a la circunstancia de estar vacante la sede arzobispal por fallecimiento, en febrero de 1953, del arzobispo D. Balbino Santo Oliveras, prelado no muy proclive a las cofradías. 

Fue decisiva la intervención de la Federación de Cofradías, deseosa de que se procesionara la imagen del Cristo de San Agustín, tantos siglos venerada. La propuesta partió del abogado Juan José Fuentes Onieva, que había sido directivo de las hermandades del Rosario y de la Aurora, que propuso la idea a la Federación el 12 de marzo de 1953(2). Sin embargo, la Federación no se opuso, pero decide y exige que "...sea la antiquísima hermandad de culto, propietaria de la imagen, la que organizara la procesión". El Sr. Fuentes Onieva realiza las gestiones correspondientes con dicha hermandad, que acepta, obteniendo, al mismo tiempo, la licencia necesaria de la autoridad eclesiástica. Pedía la nueva hermandad, asimismo, la incorporación a la Federación a partir de la salida procesional del día 2 de abril (Jueves Santo), "dándose por enterada" la mencionada Federación el 25 de marzo . 

Las circunstancias con que se aprueba la salida, dada la sede arzobispal vacante, no dejan de aparecer con cierta nebulosa. Por ello, nadie se atrevía a posicionarse de forma rotunda. Es más, todo ello provocaría el enfado de monseñor Fernández Arcoya, consiliario de la Federación, que se niega a asistir a las juntas de la misma.

No obstante, el proyecto sigue adelante y la Federación fija la salida procesional del Jueves Santo a las 9:30 de la noche e inserta en su programa de itinerarios. Y así, dicho día, 2 de abril, se puso la hermandad en la calle, causando gran admiración por su devota y austera salida procesional.

1953. Cristo de San Agustín saliendo de la Facultad de Derecho

El Cristo de San Agustín salió del atrio de la Universidad con tonelete blanco y en las cuatro esquinas del paso los faroles del Cristo de la Sentencia, presidiéndolo el hermano mayor Sr. Fuentes Onieva y el vice-hermano mayor, Augusto Corpas García de la Zorrilla.  

La hermandad tuvo bastante éxito en sus inicios. En esa Semana Santa y cuando apenas si habían transcurrido dos meses del inicio de la cofradía, se había superado el número de 300 hermanos.
   
Por otra parte, fue sumo el enfado del consiliario de la Federación, Mons. Fernández Arcoya, mandando una nota de protesta a la misma el día 15 de abril, alegando que se había vulnerado el reglamente de la Federación, contraviniendo lo dispuesto por al arzobispo fallecido. Ese año, también fue fundada la Cofradía de los Ferroviarios, quizá le pareciera excesivo tanta cofradía nueva en un mismo año.

Pasada la Semana Santa, los directivos de la hermandad no se apresuraron a desmontar los pasos y a devolver la imagen al Convento del Santo Ángel, y cuando lo hicieron, la forma del traslado no fue de la corrección que requería el valor devocional y artístico de la sagrada imagen, provocando la indignación de las monjas clarisas franciscanas y de la entonces poco numerosa hermandad del Cristo, que se negaron al siguiente año a ceder la imagen.

Pero esta negativa, parece que aún no se le había manifestado con rotunda claridad, pues el 25 de noviembre presenta la hermandad de los estudiantes los estatutos a la aprobación del nuevo prelado Mons. García y García de Castro, de los que al principio hemos hecho una síntesis, y que fueron aprobados antes de la Semana Santa de 1954. 

Tal vez, cuando la junta directiva fuera a solicitar la imagen al Convento del Santo Ángel Custodio, esta solicitud le sería denegada, encontrándose con el problema de tener unos estatutos aprobados con el Santo Cristo como titular y no poder contar con el mismo. Por ello, se acudió a cambiar de titular, sustituyéndolo por el Nazareno de la iglesia parroquial de los Santos Justo y Pastor, al que le dieron la advocación de Jesús de las Penas y añadieron como imagen mariana a la Dolorosa de dicha iglesia, a la que dieron el título de María Santísima del Refugio.

Jesús de la Penas. Círculo de José de Mora

Parece que no hubo inconveniente alguno, ni por parte de la Federación, ni del arzobispado y la cofradía comenzó a preparar los cultos y la procesión de la Semana Santa de 1954.

La junta de la hermandad se reunió el día 7 de abril de ese año para realizar los preparativos de la salida procesional y para montar los pasos con las dos imágenes, así como, invitar al rector y decanos de las facultades de la Universidad (3)

Jesús de las Penas en la procesión de 1954 

Comenzados los preparativos, el sacristán de la parroquia les enseñó un bello y valioso peto que estaba guardado en un cajón de la sacristía y que estimaron podría realzar la belleza de la sagrada imagen de la Virgen del Refugio, cediéndole un rosario antiguo de gran valor. Tal vez, dicho peto antiguo pertenecía a la Dolorosa de la parroquia (Refugio), pues en la iglesia no existía otra imagen de vestir y aquélla tuvo una hermandad antigua para darle culto. 

Virgen del Refugio, con su peana de Ángeles. Atribuida a T. Ruíz del Peral

Según se deduce de los documentos, el párroco D. Leonardo Navas Romero no se opuso, en principio, ni activa, ni pasivamente a la cesión de las alhajas y se procedió a adornar a la imagen con el bello y singular peto.

Ese año la Federación de Cofradías le asignó como día de salida el Miércoles Santo, a las nueve de la noche y la hermandad hizo su estación de penitencia con la misma solemnidad y recogimiento que el año anterior. Al pedir la venia en tribuna, lo hicieron con un papel, por no permitirle sus reglas expresarse con la voz. 

El Nazareno iba con túnica sin bordar y en un paso muy sencillo con cuatro hachones en las esquinas, que, también, en años anteriores habían sacado las imágenes de Jesús de la Paciencia (cuando salió con la Hermandad del Rosario) y el Cristo del Consuelo. La hermandad la presidía el rector Sr. Sánchez Agesta, los decanos y el claustro universitario.

La Virgen, sin palio y con bosque de cirios delante, iba luciendo una saya bordada y manto liso de color blanco. Sin embargo, los periódicos de la época mencionan que llevaba palio, aunque en las fotos que se aportan al proceso, que después trataremos, se manifiesta sin palio.

Ntra. Sra. del Refugio en Miércoles Santa 1954.

El Nazareno titular de la cofradía es el existente en la iglesia de las Santos Justo y Pastor, en la capilla tercera de la derecha, entrando a la iglesia. Es una imagen de vestir de finales del siglo XVII o principios del XVIII, que pertenece al círculo de los Mora, tal vez, de Diego de Mora o de su hermano Bernardo "el joven". 

Ntra. Sra. del Refugio. Atribuida a ¿ Torcuato Ruíz del Peral ? Siglo XVIII

La Virgen del Refugio es imagen del siglo XVIII, que tradicionalmente se atribuye a Torcuato Ruiz del Peral, no sé con qué fundamento. Quizá esta antigua atribución se confunda con la imagen de la Dolorosa al pie de la Cruz, que hoy ocupa el templete de ángeles tallados en la capilla tercera de la izquierda en la que se veneraba antiguamente a la Dolorosa del Refugio. Quizá, cuando se creó esta hermandad de los estudiantes, pasaron a ésta imagen a la capilla que hoy ocupa, la primera de la derecha, entrando en la iglesia, por tener un camarín acristalado más amplio, que pertenecía a la Dolorosa sedente. Muy probablemente, también se veneraba allí un Crucificado, su altura así lo exige y a cuyo pie estaría la Dolorosa sedente, pudiendo ser dicho Crucificado el que hoy está en la sacristía.

Templete que cobijaba a Ntra. Sra. del Refugio o de los Dolores. Los querubines serán de Torcuato Ruíz del Peral
Terminada la estación de penitencia de la Semana Santa de  1954, la directiva de la hermandad, sospechando la valía del peto de la Virgen lo lleva a un joyero para su tasación. El técnico confirma el alto valor del peto, que engarzaba diversas esmeraldas y diamantes, determinando ello a la directiva acordar su depósito en el Banco de España para mejor custodia de la alhaja.


Paralelamente, el diario "Patria" publica el día 18 de abril una entrevista al hermano mayor sobre el asunto, provocando la indignación del párroco D. Leonardo, porque en ella se daba a entender que las joyas no se guardaban con la debida seguridad, dado su valor. Ante estos hechos el párroco eleva su queja al arzobispado y pide que sea suprimida la hermandad o trasladada a otra iglesia. 

La queja iba avalada por las firmas de diversos feligreses y asociaciones de la parroquia. Da la impresión de que el párroco no estaba tampoco conforme con la advocación que la cofradía había dado a las imágenes, pues siempre se refiere a ellas como Ntro. Padre Jesús y Ntra. Sra. de los Dolores. 

El peto en discordia de Ntra. Sra. del Refugio

Por su parte, las asociaciones de la parroquia también escriben una carta de protesta al arzobispo, acusando a la cofradía de emitir suscripciones de lotería para recaudar fondos con las fotos de las imágenes (cosa que se consideraría en la época casi como un sacrilegio). Discúlpenme, si me permito hacer un juicio de valor: creo que en el fondo estas asociaciones estaban molestas de tener en la parroquia una competencia económica con la hermandad. 

La cofradía de los estudiantes desapareció, como veremos más adelante, y seguro que la actuación de sus directivos no fue la adecuada, pero es que ninguna de aquellas asociaciones que con el párroco lucharon por la desaparición de la hermandad, tampoco han subsistido

A la Hermandad de Jesús de las Penas y María Santísima del Refugio se le abrió con estas acusaciones un expediente en el que el párroco planteó sus alegaciones el 15 de mayo de 1954, acusando a la cofradía de que celebraban sus reuniones en la sacristía y montaban los pasos sin su consentimiento, así como los frontales de altares y jarrones y otros elementos y que fue amenazado por los mayordomos si no se los prestaba. Asimismo, que falsearon su firma para depositar el peto en el Banco de España y cuando se lo devolvieron intentaron que firmara el recibo, cosa que no hizo. 

También decía que se habían sustituido dos piedras por unas falsas, aunque no podía determinar si la sustitución era reciente o de hacía años y que dejaron los tronos montados hasta el sábado y no retiraron las maderas, dejándolas abandonadas en una capilla por no darles una habitación para guardarlas, lo que había motivado las protestas de los feligreses. 

La Virgen, decía el párroco, la han dejado vestida de blanco, cosa que había indignado a los feligreses y a la camarera, pues, según ellos, la Virgen había de estar vestida de negro, y que las ropas habían sido prestadas por la Cofradía de la Aurora, a quién no se las habían devuelto.

Camarín donde estaría la Virgen sedente (Probable de Verdiguier) y el Crucificado, hoy en la Sacristía

Aducía, además, que la junta no había sido confirmada y que los estatutos eran los que se hicieron el año anterior con el Cristo de San Agustín y que él había tolerado a la cofradía por presión de la Curia.  

Por su parte, la Cofradía alegaba que el párroco no les había exigido la entrega inmediata del peto, nada más terminada la procesión y que, no obstante, fueron a devolvérselo y estaba ya acostado. Que el peto se guardaba en una alhacena, habitualmente abierta,  y que cuando estaba cerrada las llaves las guardaba el sacristán o estaban en un cajón. Que fueron a la Curia a averiguar si el peto pertenecía a la parroquia o era de la imagen y, por tanto, de la cofradía y no pudiendo averiguarlo optaron por su depósito en el Banco de España y al día siguiente se lo entregaron, recibiéndolos "malamente". 

Todo ello dio lugar a una resolución de 24 de enero de 1955, emitida por D. José García Arias, por delegación expresa del arzobispo D. Rafael García y García de Castro, en la que se decretaba la disolución de la Junta Directiva y se hacía responsables de lo acaecido al Hermano mayor D. Juan José Fuentes Onieva, al secretario D. Francisco Martínez Monllor y al tesorero D. Enrique Hernández Carrillo, privándolos de la facultad de ser elegidos para desempeñar cargos en las cofradías de la ciudad.

Asimismo, la cofradía, por incompatibilidad con el párroco D. Leonardo Navas y con la feligresía, debería de buscar por su cuenta otra iglesia y otras imágenes como sede para sus fines religioso-caritativos y nombrar otra junta directiva antes de buscar iglesia(4)

Quizá la causa principal de la resolución a favor del párroco estuviera en el hecho de haberse publicado en la prensa los hechos que los considerandos de la resolución estimaba inexactos y desprestigiosos para el párroco. 

El presidente de la Federación, D. Eladio Lapresa, se encarga de realizar las gestiones para encontrar sede a la Cofradía y lo consigue en la iglesia de San Matías e, incluso, se aprueba el itinerario de estación de penitencia de 1955, a saber: San Matías, Navas, Reyes Católicos, Gran Vía, Azacayas, Arandas, San Jerónimo, Plaza de la Universidad, Colegios, Duquesa, Plaza de la Trinidad, Mesones, Ganivet, Mariana, San Matías (5).

No sabemos si llegó a realizar la procesión, pues el Sr. Onieva había presentado con anterioridad una terna para que el arzobispo nombrara hermano mayor y se le había rechazado. Además, el prelado había manifestado en una visita guiada en la Basílica de las Angustias que en su ánimo estaba que ese año de 1955 no saliera la procesión. De poco sirvieron las gestiones de la Federación, intercediendo para que les fuera levantada la sanción a los directivos cesados de la hermandad.    

La situación en una hermandad nueva, que partió con fuerza, pero sin consolidar su cuerpo de hermanos, le fue imposible superarla, Sin directiva, con la autoridad eclesiástica en contra y sin nadie que formara una directiva provisional, estaba condenada a su desaparición. 

VIRGEN DE LOS REMEDIOS. Actual Titular de la actual Hermandad de los Estudiantes
Autor: Israel Cornejo
Aun canónicamente no está extinguida, pero veinticinco años después, en 1980, se funda la actual hermandad de los estudiantes en la misma capilla universitaria (Santos Justo y Pastor). Esta nueva hermandad no utilizará las imágenes de la antigua, pero sí otra de la misma iglesia: Ntro. Padre Jesús de la Meditación y otras que fueron encargadas expresamente para la Cofradía. Hoy, tras la reforma de hace pocos años, tiene como titulares a Jesús de la Meditación y Ntra. Sra. de los Remedios, bella Dolorosa debida a la gubia del escultor veleño Israel Cornejo. La hermandad está llevando a efectos importantes proyectos. 

El paso de Misterio de la Meditación, ya ha realizado su estación pública del Miércoles Santo, lo viene haciendo desde 1980, y la Virgen de los Remedios, ansiamos los cofrades granadinos verla lo más pronto posible en las calles de Granada. 


JESÚS DE LA MEDITACIÓN en 2012. Titular de la actual Cofradía. Aun sin paso de Misterio. Círculo de José de Mora

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1. ARCHIVO HISTÓRICO DEL ARZOBISPADO DEL          GRANADA, Caja de las Cofradías, pieza Hermandad de los  Estudiantes

2. PADIAL BAILÓN, Antonio, "La Semana Santa de Granada a través de la Federación de Cofradías", págs. 206-207. Granada 2002.   

3. Periódico Ideal de 7 de abril de 1954.

4. PADIAL BAILÓN, Antonio, Opus cit. pág. 209.   

5. FEDERACIÓN DE COFRADÍAS, Acta de 28 de febrero de 1955.